COMENTARIOS PARA LECTORES OCASIONALES

Inauguré este sitio con 5 artículos que ya tenía escritos, entre 2003 y 2005. Algunos analizaban un momento particluar y pueden sonar desactualizados, pero en la mayoría de los casos son hechos cuyos efectos perduran.
A partir de ahí voy subiendo mis comentarios que considero más interesantes para el público interesado en temas políticos. En general tratan temas de política internacional, de Argentina y Latinoamérica. Muy rara vez escribo sobre la política local de mi provincia, Tucumán.
Espero que disfruten del blog.

domingo, 5 de mayo de 2019

ARGENTINA EN SU TINTA


 Bajarse del histérico tren diario e intentar razonar un presente dentro de un contexto, algo que realmente profundice lo que nos pasa, inevitablemente se hará largo. "La gente no lee" me dicen muchos amigos. No importa. Por ahí subo un video con esto o algo similar. Pero lo mío es escribir. Y aquí va.
Argentina es un país mediano. Lleno de particularidades. Geográficamente es un país enorme. El octavo más grande dentro de un universo de 230 países. En población, sin embargo, no es tan grande. En densidad de población, como resultado de esto, ocupa el puesto 203 de los mencionados 230. O sea, muy poca población para el tamaño.
Argentina, como absolutamente todos los países del mundo, está llena de particularidades y conocerlas aunque sea de manera somera es indispensable a la hora de evaluar una determinada política y por ende a los personajes que se presentan endosándolas. Solo pensar que Mónaco y el enclave de Macau, los dos países más densos del mundo en población y entre los más pequeños en espacio físico, con 2 y 30 km cuadrados cada uno necesitan exactamente las mismas políticas económicas y sociales que Argentina como sostienen algunos es muy difícil de imaginar. Sin embargo, hay escuelas de pensamiento que afirman esto. En Mónaco podés atravesar el país en pocos minutos a pie. La política de transporte público y privado razonablemente será diferente a la de un país como Argentina donde podés manejar 1600 kms por la Ruta 40 sin salir de la primera provincia.
También si el grueso de la economía local la mueve el turismo y actividad bancaria seguramente el grado de apertura con el resto del mundo será profundamente distinta a la de un país que pretende industrializarse y necesita administrar las divisas internacionales con más cuidado. O si tu población es mayoritariamente opulenta o de clase media alta tu sistema de salud, educación y seguridad seguramente resultará distinta a la de un país con una gran clase media, media baja, grandes sectores pobres y una preocupante cantidad de indigentes.
Si conservé tu atención hasta aquí estamos logrando ciertos avances. Con lo descrito ya muchos habrán deducido que la manera de hacer política y aplicar medidas económicas en uno u otro extremo de los ejemplos será necesariamente diferente.
Esto pretende ser una simple manera de introducir mi punto de vista aquí: el liberalismo económico parte de asumir que la economía es una ciencia y que se maneja con ecuaciones, reglas y paradigmas inelásticos e indiscutibles. Aplicable tanto a Argentina como a Mónaco, Kuwait o Jamaica. De ahí la soberbia con que sus creyentes las presentan y si uno no comulga con ellas te mandan a estudiar, te tratan de ignorante o no conocer lo suficiente para estar a la altura de un debate con ellos. Este temperamento brota en los mediáticos Milei o Espert, los actuales promotores de este concepto como en el pasado supieron hacer Alvaro Alsogaray y su respingada hija María Julia, de patético desempeño en la función pública y que falleció aun presa de sus crímenes. Idéntica superioridad exuda mi amigo liberal que tan apasionadamente me discute con teorías que no puede reflejar en hechos.
Encontrar las medidas económicas que se adapten al país que se tiene, a la población que lo compone, a su distribución, a su preparación, idiosincrasias, costumbres, pasiones, los climas, fertilidad de la tierra, medios de comunicación y niveles de desarrollo, requiere de una sutileza de análisis y apertura de cabeza que el economista formateado en la estructura liberal carece por completo, salvo contadas excepciones que en este momento no se me ocurren.
Argentina venía logrando un desarrollo autónomo en muchas áreas y si bien no hubiera podido competir a campo abierto con los automotoras japonesas o chinas, por ejemplo, tampoco lo hubieran podido hacer países como Méjico, Turquía o muchos europeos que también fabrican autos. Esto se mantiene con protecciones. Políticas de comercio exterior. Algo que todos los países que combinan agricultura con industria hacen. Singapur o Hong Kong pueden abrir sus fronteras libremente al comercio y los capitales internacionales. Pero Estados Unidos, Canadá, Alemania o Francia no lo pueden hacer. Subsidian parte de su economía, protegen con aranceles otras, permiten solo cuotas muy estrictas de importación, o ponen tantas exigencias formales, técnicas, de salud pública, o de ciertas especificaciones como Japón que se hace casi imposible venderles ciertos productos.
Así funciona el mundo y todo lo que digo aquí lo puedo referenciar con documentos, leyes, aranceles, bibliografía o lo que sea.
Pero más que nada con resultados. Y por eso hacemos un a fiesta si logramos vender un limón a EEUU, o un litro de biodiesel, o una caño sin costura, o tantos bienes y productos donde Argentina sí es muy competitiva. El mercado mundial no es abierto, mal que le pese a Espert y mi amigo liberal. La apertura indiscriminada de Argentina al mundo creó un desequilibrio financiero formidable, destruyó su industria local, provocó un aumento de desempleo y como consecuencia destruyó su recaudación fiscal provocando la necesidad permanente de ajustar el gasto público hasta niveles ridículos. No hay repuestos básicos para la Gendarmería. Esto no lo leí. Lo sé por tener que llevar a un gendarme a su casa porque los colectivos que lo suelen llevar de puesto en puesto están parados por esa razón. Las motocicletas Yamaha 900 que supieron tener están paradas por falta de cadenas y piñones, cubiertas o por no tener plata para la verificación técnica. Conocimiento de primera mano si los hay. Ahora se necesita pasar una reforma laboral porque el brutal ajuste llevado adelante hasta ahora no es suficiente por lo que acabo de decir, la recaudación baja persistentemente al dinamitar la actividad económica local. Ajuste sobre ajuste sobre ajuste. Lo que tuvo que hacer Grecia durante una década sin salir de su penuria, con un país destruido y sus principales empresas, aeropuertos, astilleros y energéticas en manos de otros países, principalmente Alemania, su acreedor estrella.  
EL LIBERALISMO NO FUNCIONA.
Otro tema absurdo que lo propagan como sentido común es que la energía producida en Argentina, transportada en Argentina y consumida en Argentina debe pagarse a precios internacionales. Esto es falso. Por la misma razón que una banana en Ecuador debería (y es) más barata que en Londres. O que un litro de nafta en Arabia es más barata que en España. Es parte de la gran ventaja competitiva de Argentina: tiene energía. ¿Cómo vamos a poder competir en el mundo si nuestras industrias locales deben pagar la energía al mismo precio que un país que no tiene energía y la debe importar?
Son absurdos que ni siquiera el liberalismo justifica. Son medidas impuestas por un gobierno compuesto por gente vinculada a las empresas energéticas que impusieron ese erróneo concepto que los precios internos en un país productor de energía debe empardarse al precio mundial. FALSO. Es una idea, no es una ley. Y eso nos impide ser competitivo al no aprovechar justamente las ventajas competitivas que como país gozamos. Para lograr esto, es imperioso que la energía en general esté mayoritariamente en manos del Estado, como estuvo durante los largos años en que Argentina creció, se industrializó y se desarrolló como el país más igualitario del continente.
Por ahora lo termino aquí, pero habrán notado que aparte de mencionar un par de economistas y de citar ciertas políticas implementadas por la actual gestión, no mencioné ni políticos ni partidos políticos porque esto que sostengo no es mérito de partido alguno y las ideas contra las que lucho tampoco. Esto va de IDEAS. Es mi contribución en el campo de las ideas que atraviesan grietas, partidos e individuos. Yo puedo mostrar los resultados de lo que sostengo. Períodos de crecimiento, desarrollo e industrialización versus períodos de decadencia, endeudamiento, retroceso tecnológico, desocupación y extrema pobreza e indigencia. Si alguien dice que es culpa de este o aquel partido, miente. El que dice que son 70 años miente, ya que Argentina mostró sus mejores índices de todo durante esos supuestos 70 años de decadencia. El que dice que con ideas liberales se sale de esto no puede mostrar un solo ejemplo en el mundo de lo que está afirmando. La apertura indiscriminada solo sirvió para beneficiar un nicho exportador de productos básicos como granos y minerales, las energéticas gracias a la política descripta y a los servicios, como los bancarios directamente beneficiados por la bicicleta financiera y la necesidad permanente de financiar al Estado o los peajes en mano de los gobernantes y sus socios directos. Empresas vinculadas a la alimentación se están fundiendo, muestra de lo absolutamente errada de la política económica aplicada. Ni mencionar otras actividades menos indispensables.
Algo tenemos en claro y sugiero no olvidar: estas políticas seguirán inamovibles en el futuro si las actuales autoridades son verificadas en las urnas.
Invito a la reflexión, pensar por fuera de los noticieros, salirse del día a día y analizar de manera distinta. Es un punto de vista.       


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