COMENTARIOS PARA LECTORES OCASIONALES

Inauguré este sitio con 5 artículos que ya tenía escritos, entre 2003 y 2005. Algunos analizaban un momento particluar y pueden sonar desactualizados, pero en la mayoría de los casos son hechos cuyos efectos perduran.
A partir de ahí voy subiendo mis comentarios que considero más interesantes para el público interesado en temas políticos. En general tratan temas de política internacional, de Argentina y Latinoamérica. Muy rara vez escribo sobre la política local de mi provincia, Tucumán.
Espero que disfruten del blog.

martes, 28 de febrero de 2017

ALGO PERSONAL

Intro: No pensé publicar esta nota aquí ya que era un comentario destinado en principio solo a mi Facebook. Pero resultó por lejos el comentario más compartido y con más reacciones favorables de los cientos de comentarios que llevo posteando en mi muro y por eso decidí incluirlo aquí. 

Les cuento algo personal. No conozco Europa. Mi auto tiene 17 años. Esta PC es de 2010. La última vez que me compré un par de zapatillas fue en abril de 2013. Trabajo como cualquiera y cuando puedo generar un excedente compro algún equipamiento para mi fábrica o laboratorio. Tengo instrumentos buenos, caros, equipamiento para fabricar todo lo que necesito, sigo invirtiendo todo lo que puedo para terminar mi nuevo local, generar valor agregado, crear 2 o 3 puestos de trabajos de calidad, brindar servicios y productos de excelencia para grandes empresas y en los ratos libres estudio para no desactualizarme en una especialidad que progresa a diario en el mundo. Tengo libros, software, know-how para tirar para arriba. Y cuando puedo doy charlas, cursos, conferencias para colegas, clientes, alumnos tratando de difundir lo que pude aprender en 40 años de profesión.
Les propongo imaginar lo que yo siento cuando veo que la única esperanza de progreso para este vil gobierno parece ser que venga alguien de afuera a invertir. La lluvia de inversiones, los viajes a Davos, a España, a USA, al culo del mundo para tentar a empresarios que vengan a invertir. ¿Y yo? ¿Y los miles de empresarios pymes que hacen exactamente lo mismo que yo todos los días, pensando que este país se puede, con ganas de producir, innovar, crecer? Escuchar a este pelotudo ilustre hablar de atraer capitales de otras partes mientras destruye lo que con tanto esfuerzo construimos durante años. No soy fanático ni me trago un relato. Lo vivo a diario. Me opongo a estos delincuentes porque me faltan el respeto, a mi y a cientos de miles de esforzados empresarios que sudamos a diario para invertir en este país. Andá con tus inversiones extranjeras un poquitito a la mierda, imbécil. Trucho, ladrón, corrupto, ignorante, mentiroso. De re onda lo digo.

miércoles, 22 de febrero de 2017

ABC DE LA POLITICA – Capítulo 1

Por la razón que fuere no estoy interesado en política. No estoy informado, me interesan otros temas. Todo válido.
Hay carreras universitarias dedicadas a esto. Yo no tengo esta formación. Fui autodidacta toda mi vida en historia, política y economía. Por lo tanto esto que sigue es a pura intuición, una experiencia personal compartida con la intención de hacer que cada uno saque conclusiones y se identifique como el actor político que es, por más que no lo sienta o ejercite.

Los motivos

En democracia, el soberano es el pueblo. Y si bien es natural que no a todos les interesa la política, no es mala idea tener los conceptos elementales como para defenderse. Como las matemáticas, no es algo que guste a todos pero viene útil para controlar el vuelto cuando compramos algo, o comparar si conviene más el envase de un litro o varios de 400 grs. Igual.

La Derecha y la Izquierda.

Las posturas políticas actuales nacen aproximadamente con la Era Contemporánea, a fines del Siglo XVIII. La ilustración empieza a profundizar las humanidades y se empieza a valorar al individuo de una manera diferente, pensar derechos, incluirlo como actor social. Dos características sobresalen por sobre el resto: todos los hombres son LIBRES y todos los hombres son IGUALES. Al menos eso son características que valoramos en mayor o menor medida.
Hay individuos que valoran más la libertad por sobre la igualdad. Incluso algunos que niegan esta última característica sosteniendo que no todos los hombres son iguales. Algunos son más valiosos y como tal merecen más derechos que otros.  Y ven a la libertad como el mayor de los derechos y por lo tanto buscan que los organismos de gobierno incidan lo mínimo o nada en la vida cotidiana.
Otras corrientes de opinión relegan el rol del individuo como tal y solo lo consideran parte de algo mayor, un miembro de la comunidad, o sociedad que por sí solo no significa demasiado y solo vale como actor social el grupo al que pertenece.  Esta manera de ver las cosas enfatizan la igualdad entre los seres humanos y poco les preocupa la libertad individual. La sociedad determina reglas y el individuo debe adaptarse a ellas.  
Dentro de un espectro político muy amplio y variado, me atrevo a ubicar estas dos características mencionadas en los extremos. La exacerbación del individualismo bajo la consigna de “libertad” podemos ubicar como la extrema derecha del abanico político y la imposición de una igualdad general por sobre los deseos y libertades individuales la llamaremos extrema izquierda. Entre esos dos extremos hay una infinita variedad de alternativas, combos y propuestas políticas a disposición de la dama y el caballero.

¿Dónde me ubico yo?

Si bien uno puede no haberse planteado nunca la pregunta, se me ocurre un autodiagnóstico para saber si uno está más inclinado a la derecha o hacia la izquierda.   
Imaginemos esta situación: Llega esa época del año en que nos reunimos los compañeros a celebrar el aniversario de egresados. Se decide como siempre salir a cenar. Y debemos decidir el mecanismo a emplear en la ocasión. Independientemente de lo que se decide entre todos, propongo un análisis personal al interior de cada uno. Una encuesta digamos. Y como no hay que contestarle a nadie es fácil sincerarse. ¿Cuál de estas alternativas preferimos? 1) Decidir entre todos un menú y calcular un mismo costo para todos los comensales; 2) que cada uno pida lo que quiera y al final se divide la cuenta en partes iguales entre los presentes; 3) cada uno pide lo que quiera y cada uno paga lo que consumió.
Y para agregar algo de condimento al trío imaginemos este escenario: uno de los colegas perdió el trabajo y nos avisa que no podrá atender la cena de este año porque no tiene como pagar, ¿Cuál es tu reacción? 1) proponés un brindis por el ausente deseándole una pronta recuperación para poder atender la cena del próximo año; 2) proponés a todos tus compañeros aportar algo para que el damnificado pueda asistir aún sin pagar; 3) no comentás nada a tus compañeros y de manera personal lo invitás a asistir haciéndote cargo de sus gastos sin que se enteren los demás de su desgracia.

Aquí concluyo esta primera entrega con esta consigna para que cada uno lo piense tranquilamente. Gracias por aceptar la incitación a leer y la seguiremos en unos días.  

sábado, 4 de febrero de 2017

EL RUIDO Y LAS NUECES

He dedicado valiosos minutos de mi vida a debatir con gente innecesaria sobre déficit, si Macri si, si Macri no y sobre la manera de mirar el presente, esto último dicho con mucha generosidad. La discusión en general se centra en facetas formales y rivalidades de estilo futbolísticas. Sobre problemas de fondo poco y nada.
Mi preocupación no es ni por cerca eso. Mi metier en estas mis últimas décadas de vida consiste en dejar la posta lo más acomodada posible y eso me obliga a mirar una película mucho más extensa que los índices económicos de los últimos meses, nimiedades que ocuparon mucho del tiempo de debates fútiles.
El mundo, en términos generales y en particular en occidente, va rumbeando a un grado de desigualdad que tarde o temprano se tornará intolerable. Mi gran frustración es ver como políticos, sindicalistas y votantes no tratan este tema para nada. La coyuntura parece abarcar hasta el breve horizonte que estos actores sociales pueden percibir. Y de esta manera los cambios o contrastes propuestos se esfuman en un semestre. Nada de propuestas de largo plazo, nada de trazar un objetivo ideal que permita evaluar si la legislación, decretos, obras o políticas que adoptamos a diario van en esa dirección o no.


La discusión del 2015 entre Massa, Macri y Scioli no generó en ningún momento la pregunta sobre el modelo de largo plazo de país que queremos como para continuar con la pregunta sobre si cuál de las opciones llevaba de mejor manera a ese objetivo. Sin destino, cualquier camino será adecuado. No podemos fallar el objetivo porque nunca se lo definió. Es una manera triste de transcurrir nuestra actividad política y casi una garantía de frustración. Nunca lograremos llegar a buen puerto porque no sabemos dónde está ni para qué queremos arribar ahí. Y en mi ejercicio de tratar de establecer un conjunto de parámetros que nos representa como sociedad he llegado a la conclusión que hay un amplio espectro de objetivos donde gran parte de la población acuerda. Y un arcoíris de ofertas políticas oportunistas y efímeras no representa ni por asomo las ideas bastante extendidas y coincidentes de un sector mayoritario de la sociedad. Creo que si esto se logra en algún momento podemos avanzar hacia un país deseado por la mayoría y las ofertas políticas van a tener que limitarse a las proximidades de este espectro de anhelos definidos y no derivar en experimentos no deseados, no autóctonos o aventuras empresariales a espaldas del deseo popular, como ocurre actualmente. Las coyunturas podrán ser analizadas en función de cuanto nos acercan o alejan del objetivo y las ofertas políticas tendrán que hacer frente a estas demandas en particular durante las campañas. Y a partir de esta definición como nación definir como nos insertaremos en el continente y el mundo. Es fácil concluir en este momento que la política ha fallado o que los políticos son todos iguales, pero los soberanos somos los ciudadanos y si el debate no lo plantean los dirigentes lo debemos hacer los ciudadanos. Este tema es dantescamente largo así que estos párrafos son una breve introducción. A lo largo del año iré desarrollando la idea, exponiendo los datos que vengo recolectando de años de observación de la historia argentina, absorbiendo los comentarios y contribuciones de los pacientes lectores y tratando de explicitar una serie de características del país soñado que sé positivamente compartido por grandes mayorías, muchas veces sin darnos cuenta. Es mi humilde contribución. Quedan advertidos.