COMENTARIOS PARA LECTORES OCASIONALES

Inauguré este sitio con 5 artículos que ya tenía escritos, entre 2003 y 2005. Algunos analizaban un momento particluar y pueden sonar desactualizados, pero en la mayoría de los casos son hechos cuyos efectos perduran.
A partir de ahí voy subiendo mis comentarios que considero más interesantes para el público interesado en temas políticos. En general tratan temas de política internacional, de Argentina y Latinoamérica. Muy rara vez escribo sobre la política local de mi provincia, Tucumán.
Espero que disfruten del blog.

domingo, 24 de julio de 2016

EL PESADO PRESENTE

Reflexiones Domingueras


Ya se cumplirán 8 meses de gestión. La información en los grandes medios hace que aquellos que se convencieron que la corrupción era exclusividad K y votaron a la presente gestión, todavía piensan que esto va por algún camino y no por el campo travieso de la total incertidumbre que a mi entender transita. Los informados por esos medios son los que me criticaron los lúgubres pronósticos que hice en noviembre pasado pero que no han podido señalarme un pifie siquiera de las medidas económicas anticipadas entonces. Esto lo traigo a colación a ver si ahora me prestan un poco mejor atención. Ahora que ya pasó, podemos evaluar lo realmente sucedido. A diferencia de mis pronósticos que suponían una aplicación de medidas ortodoxas de manual que llevarían a un freno de la actividad económica, un empobrecimiento general, un aumento formidable de la deuda pública, mayor desocupación y como consecuencia un aumento del déficit fiscal, todos estos efectos que efectivamente se cumplieron no fue consecuencia de un dogma económico errado sino de la intención primaria básica de un grupo de gerentes y accionistas convenientemente ubicados en todos los espacios del ejecutivo e incluso en la Corte Suprema de producir una inmediata y grosera transferencia de ingresos hacia sus compañías, grupos económicos y fondos de inversión. Lo primero que se hizo a contramano de cualquier ordenamiento de la economía fue dejar en las manos más opulentas todo el dinero público que se pudo, mediante la quita de cargas impositivas, tarifazos o la obscena cancelación del dinero solicitado por los fondos buitres, cuenta que pagarán por generaciones todos los argentinos y que fue a parar a contados bolsillos. Esta desesperación por la rapiña del dinero de todos se hace mientras a diario te informan de bolsos, supuestos arrepentidos, rumores, testimonios que llevan a pensar que las desgracias presentes son una consecuencia innegable de unos cuantos estúpidos delincuentes que llevaron unos millones para su molino y no de un robo sistemático y parcialmente legalizado por una banda de asaltantes del poder político provenientes del poder real que hoy nos gobiernan. El pago a los buitres, tal como anticipé en noviembre, era el paso necesario para limpiar el plástico que iba a permitir gobernar hoy con plata de futuras gestiones para frenar el colapso lo suficiente para cosechar cuanto peso público se pueda desviar a una cuenta privada antes que la gilada se avive y salga masivamente a la calle. Tal como se hizo en el pasado. No voy a repetir lo expresado hasta el cansancio, pero envalentonado por anteriores predicciones, hoy me animo a señalar lo siguiente. Si a la gestión anterior no le cerraban las cuentas fiscales y eso obligaba a diversas creatividades y a la emisión de dinero que provocaba una inflación anual del orden del 25% compensada por paritarias, hoy la situación es diferente. El déficit es del orden del doble o triple del anterior dentro de un contexto de un freno notable de la economía, tal como anticipé, lo que afecta aun más la recaudación. Cualquiera puede leer esas noticias presentadas como neutras o incluso como logros de todas las semanas: la colocación de lebacs, la emisión de títulos, el acuerdo con organismos para tal o cual obra. Todo es una toma de deuda y generalmente con vencimientos que exceden el mandato del iletrado que circunstancialmente nos gobierna. Para cuando se celebran las legislativas del 2017 no habrá manera de sostener el relato de la herencia ni de los bolsos revoleados y los efectos de estos primeros meses ya habrán producido estragos en los sectores opositores y entre los incautos votantes. Si ya Macri gobierna con minoría en ambas cámaras y a pura negociación que indefectiblemente consiste en dinero, cuando las papas estén quemadas y las bancas propias más escuálidas, el descontrol del ejecutivo será total o caerá en un autoritarismo y locura represiva con pronóstico pavoroso. Lo de De la Rúa parecerá una tranquila siesta primaveral y las calles serán un campo de batalla peligroso. No voy a abundar más allá y comenzarán la llovizna de críticas, pero no puedo evitar mi impulso de expresar lo que pienso. Este país es rico y absolutamente viable. Pero la solución queda para allá, no hacia donde vamos ahora. Lo dije antes, lo reafirmo ahora a 8 meses entrado en gestión. No tengo problemas en exponer mis afirmaciones al paso del tiempo. Lo hago desde hace décadas y la verdad no recuerdo grandes pifies del estilo: “el año que viene terminará con una inflación del orden del 20%”, como afirmó nuestro veraneante crónico a cargo del ejecutivo, gracias al voto de la dama y el caballero. Buen domingo a todos.        

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