COMENTARIOS PARA LECTORES OCASIONALES

Inauguré este sitio con 5 artículos que ya tenía escritos, entre 2003 y 2005. Algunos analizaban un momento particluar y pueden sonar desactualizados, pero en la mayoría de los casos son hechos cuyos efectos perduran.
A partir de ahí voy subiendo mis comentarios que considero más interesantes para el público interesado en temas políticos. En general tratan temas de política internacional, de Argentina y Latinoamérica. Muy rara vez escribo sobre la política local de mi provincia, Tucumán.
Espero que disfruten del blog.

domingo, 7 de enero de 2018

EL MITO DEL BUEN ALUMNO

Reflexiones Domingueras 


Lo  primero que hizo Cambiemos cuando asumió fue dar por sentado que el simple cambio de humor iba a generar una lluvia de inversiones. La “mera presencia” de Macri en el sillón de Rivadavia ya iba a generar el citado aguacero, según expresiones del eyectado Prat Gay a su jefe.
“Integrarnos al mundo”; “reglas de juego claras”; “eliminar trabas” y otros eufemismos usan los dogmáticos del liberalismo para aplicar medidas tendientes a permitir una libre circulación de capital, sin controles y otras medidas que permiten a los organismos estatales llevar un mínimo monitoreo sobre ingresos y fugas de divisas, acciones, regalías (lucro) y demás maniobras. Alinearse con filosofías pro mercado no nos hace de pronto confiables. Las condiciones que generó este gobierno facilitaron el ingreso y egreso de divisas y con una tasa de interés en pesos elevadísima y un stock de reservas acumuladas a puro endeudamiento permitieron un diluvio de fondos especulativos y apenas una tenue garúa de inversiones productivas, inferior a las existentes durante el oprobioso gobierno K.
Cualquier bancario o individuo que intentó obtener un préstamo sabe que debe demostrar ingresos genuinos que aseguren capacidad de pago. Me tocó tratar de convencer con un proyecto tecnológico elegantemente presentado para sufrir un rechazo mientras un rotisero de barrio recibía créditos abundantes. Le cerraban los números, así de simple.
Mientras Macri contaba pésimos chistes en las cumbres G-20 y otros ámbitos anunciando una apertura total y suicida de nuestra economía, otros dirigentes reciben créditos sin transpirar la camiseta ni tener que recurrir a patéticos stand-ups que solo dan vergüenza ajena.
Evo Morales, por ejemplo, corrió de Bolivia a la Coca-Cola, a Mc Donalds y hasta al propio Embajador de EEUU. Tomó con el ejército los pozos petroleros y gasíferos y nacionalizó su minería. Lo intentaron matar, fue incluido en el Eje del Mal y cualquier troll de los nuestros lo pone de ejemplo de lo que no hay que hacer. Sin embargo Bolivia recibe sí una lluvia de inversiones y si necesita financiar una obra de infraestructura consigue créditos a tasa libor que Argentina no recibe desde hace décadas.
Ser buen alumno es un mito, una mentira que escucho desde siempre y jamás se verificó en la práctica. Que te cierren los números abre la anhelada puerta a los capitales productivos y mantiene alejado a los especulativos porque nadie anda ávido de dinero golondrina como sí anda un gobierno que vive para atrás. Así uno explícitamente se defina como marxista y saque a patadas a los representantes del imperio. No interesa eso a los dueños del dinero. El dinero es barato si va a lo seguro. Y lo seguro es un Estado que recauda más de lo que gasta. Y nacionalizar la renta petrolera y minera, favorecer a los emprendedores locales en detrimento de las grandes cadenas internacionales, cuidar los recursos del estado y promover una economía en crecimiento con sentido nacional es la manera de lograr tener un estado solvente. Y un estado solvente produce la magia de la lluvia de inversiones. Y no exactamente al revés. Parece increíble tener que aclararlo, como si no lo hubiéramos vivido antes.


Links relacionados:http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america/newsid_7609000/7609570.stmhttps://www.gestiopolis.com/financiamiento-de-la-inversion-publica-en-bolivia-y-sus-perspectivas/http://www.la-razon.com/economia/Banco-Kuwait-Bolivia-proyectos-infraestructura_0_2526347377.html

sábado, 30 de diciembre de 2017

LA MENTE EN EL LUGAR DEL CORAZÓN

En 2013 decidimos mudarnos a San Pedro. Un combo de razones pero las principales respondían a un grado de violencia y falta de funcionamiento de San Miguel como ciudad. Fui uno de los 100 que participó de la elaboración el Plan Estratégico en el año 2006 para la ciudad con la meta en 2016. Mientras la mayoría de planificadores insistían con caminerías, paseos y avenidas como lo que hoy se está haciendo en la costanera del Salí, un lustro tarde, lo mío insistía en la integración del individuo, la capacitación y su inserción como sujeto social y como poner a ejércitos de vendedores y limpiavidrios que pululan semáforos para nuestro malestar pero que lo hacen como alternativa superadora a salir a robar, a capacitarse en un oficio y hacer el seguimiento para garantizar su aporte a la comunidad, a valorar su rol y palanquear el autoestima. Totalmente realizable a mi modo de ver. Mientras que en cada reunión destacaban y aplaudían mis aportes en el documento final brilló por su ausencia completamente. El mismo equipo de consultores logró incorporar este aspecto como pata fundamental en la transformación de Rosario, Santa Fe. Aquí ni una palabra.
Volviendo al cambio: la mudanza significó un esfuerzo titánico. Yo tengo oficio, creo que fue la mudanza número 30 en mis 57 años de vida que llevaba entonces. Y me banqué el esfuerzo porque la visualizaba como mi última. Casa y fábrica. Llegué a 20 viajes en camioneta cargada a lo largo de varios meses cuando dejé de contar. Por suerte mi mujer se encontraba en Europa ese semestre y no tuvo que padecer esas travesías nocturnas con la Ranger hasta el moño. Luego se sumaron 3 viajes más en camión con grúa que me facilitó un amigo. Terminado el largo proceso quedaba entregar el enorme local en Tucumán que había funcionado de fábrica y vivienda por casi 3 años. Un pibe con motocarro nuevo se dedicaba a sacar todo lo chatarreable: hierro, aluminio y todo tipo de recortes y materiales que no trajimos a San Pedro.
Lo último que quedaba eran toneladas de papeles de la oficina. Facturas, remitos, recibos, intimaciones, folletería que se acumularon por décadas. Estaba a una cuadra de Campo Norte. Se me ocurrió salir a buscar alguien con un carro para que venga a sacar esto último cosa de pegar luego una barrida liviana y entregar la llave. Luego de un par de vueltas y ya casi resignado al fracaso encuentro a dos pibes al trote arriba de un carro. No más de 12 o 13 años el mayor. Y si bien detesto el trabajo infantil se me ocurrió que sacar papeles y darme una mano y retribuirles acorde los ayudaría al menos para un par de días. Los paro, les explico la situación y me siguen de inmediato. Entran por el amplio portón sin problemas y estacionan jardinera y bicho de tal suerte de quedar a tiro de la pila de papeles.

Cumplo con la ceremonia de pedir presupuesto una vez que miran la magnitud de la tarea. Me quejo un poco de la cifra para que no piensen que se quedaron corto pero ya en mi mente había decidido pagarles eso y un poco más. Es muy diferente para mí un servicio que necesito una vez que algo que voy a requerir periódicamente. Nunca voy a ser millonario pero soy feliz.
Mientras empiezan de inmediato a cargar los papeles, carpetas y demás elementos noto que el mayor era el predispuesto a la conversación. El hermanito menor se dirigía de vez en cuando solo a su hermano y casi en secreto. Con el intercambio animado me sumo a la tarea para ganar tiempo. Luego de varios minutos y con el carro semi lleno noto entre las carpetas aún en el suelo una con dibujos de mi hijo. La separo y la miro. Borradores, ejercicios, todos sensacionales como es su costumbre. La dejo a un lado para llevármela. Los chicos siguen cargando pero entre los papeles sueltos quedaron un par de dibujos más. El mayor los alza entre un montón más y ya presto a tirarlos en el carro alcanza a notar uno. Se queda paralizado. Mientras que con una mano frente a su cara estudia con cuidado el dibujo de la otra lentamente van cayendo las hojas que estaba por arrojar. Luego de un rato nada despreciable levanta la vista y me pregunta mientras señala el dibujo con la mano ahora desocupada: “¿quién dibujó esto?”
“Mi hijo” le respondo. Luego de otro rato mirando me pregunta con toda precaución: “¿Me lo puedo quedar?”.
“Claro” le respondo.
Y antes de seguir con su tarea se pone a revolver lo que había en el suelo y encuentra dos hojas más. Las junta a las 3 con cuidado y las deja a un lado.
Un mar de emociones, de ideas, sensaciones y frustraciones pasan por mi cabeza. Y ese peso sobre los hombros que siento desde la infancia, como si tuviera que cargar toda la injusticia del mundo sobre mi espalda. Qué lo parió.
Ese pibe, sensible, perceptivo y capaz de reaccionar frente al arte es la cara que yo veo cuando hablan de AUH, cuando mencionan una netbook del gobierno, cuando se menciona la copa de leche. Ese pibe que probablemente el día de mañana salte una tapia para robar una bicicleta o le arranque la cartera a una chica y salga corriendo tiene o debería tener otra oportunidad. Otra vida es posible. Cualquier intento es válido y tendrá mi apoyo. ¿Qué alternativa le estamos dando como sociedad, como comunidad organizada a un par de pibes que a esa edad deben andar acarreando basura ajena para intentar sobrevivir? Nos molestan cuando molestan. ¿Pero que dice eso de nosotros mismos, como comunidad? ¿Quién sin ponerse colorado puede endilgar la más mínima culpa en el otro si estamos dando la espalda a estas situaciones de carne y hueso? Un par, un semejante, un ciudadano, un hermano que convive en nuestra misma comunidad.
Yo me desgasto hablando de política no por peleador, no por meras ganas. Lo hago porque no solo me apasiona, me indigna el mundo en que vivimos y el nivel de individualismo y egoísmo que impera como media. Me indignan los que admiran a Ayn Rand, empezando por nuestro presidente que menciona uno de sus libros como integrante del par que leyó. La alabanza del egoísmo. Mi mente la mueve el corazón. Y sí, soy de izquierda, soy romántico. También tengo sangre y pasión para denunciar a diario esto que nos pasa. Por eso toco blues, por eso me enojo. Y por eso soy feliz sabiendo que al menos algo hago para intentar cambiar el lugar que me rodea, pensando que al cambiar mi aldea puedo cambiar el mundo.
Cuando ya los pibes terminaron su tarea el mayor agarra las hojas separadas y con el cuidado que puede las enrolla y las mete dentro de su remera y se sube a su carro. Le pregunto por último “¿te gustan los dibujos?” Me contesta con un simple “Sí” pero no es solo la palabra, era la intensidad con que la dijo y la luminosidad de sus ojos. Y alzo la carpeta con el resto de los dibujos y le entrego. “Tomá, cuidalos”. Se le abren los ojos y no puede reprimir una sonrisa de asombro, sin saber que contestar.
Son dibujos de mi hijo, pero a mi hijo lo tengo. Yo puedo darme ese lujo. Este pibe no sé si tuvo un lujo alguna vez. No sé cuántas oportunidades como las que yo tuve cruzarán su camino. Ni una temo. ¿Cómo no sentir empatía? ¿Cómo no indignarse con la indiferencia, o peor, con el enojo del opulento que patalea porque debe pagar un punto más de impuestos sobre sus ingentes fortunas muchas veces amasadas a costa de estos hermanitos que deben revolver entre la basura para poder acceder a un picolé una vez a la semana?
Los miré alejarse hacia el Campo Norte, el caballo viejo y cansado, los hermanitos abrazados sobre el asiento y la carpeta azul prolijamente acomodada entre las tablas.
Amigos, no pretendo que cambien, no pretendo que compartan. Solo quiero que intenten comprender de donde sale mi vehemencia al expresar mis ideas. Son vivencias las que me formaron, no solo libros o ciertos intelectuales. Mi mente solo se acomodó a mi corazón.
Un muy feliz finde y que el 2018 les devuelva tanto como lo que ustedes deseen para el prójimo. Fuerte abrazo.



viernes, 29 de diciembre de 2017

PARA IR CERRANDO EL AÑO

Ayer nos juntamos un grupo de amigos locales a despedir el año en un bar sanpedrino. Como hoy debíamos trabajar el festejo se limitó a charlas amenas, comida rápida y gaseosas. Eramos un grupo de 8 personas. Me consta que no menos de la mitad había votado a este gobierno a pesar de mis advertencias. Uno en particular que ya el año pasado admitió su error pero que igual trata de rescatar alguna medida positiva como quien busca una aguja en un matorral. Pero el clima generalizado anoche era crítico. Salvo uno de los contertulios que confesó estar mejor ahora que antes. Tiene una actividad monopólica en el pueblo pero tampoco atribuye su bonanza al gobierno sino a que siempre tuvo que laburar y que aun con Hitler en la presidencia iba a tener que bajar la cabeza y hacer la diaria (sin advertir que el siniestro del bigotito hizo una gestión económica maravillosa antes de dedicarse a pelear con el resto del mundo). En definitiva ya era tema aceptado que esto pinta mal y que a este ritmo no queda mucho hilo en el carretel. Ya sobre los epílogos llegó otro amigo, uno de los empresarios más fuertes del pueblo y antes de que pudiera tomar asiento uno le preguntó "che a vos como te está yendo?". Mientras se acomodaba en el asiento decía "esto se va al carajo, en Bs As ya venden a 23 el dólar". Sin comprarme el rumor fatalista una cosa si es evidente: el gobierno desde octubre hasta acá confió demasiado en su "triunfo" y apretó tanto el acelerador que su base de sustentación, el ciudadano medio (medio desinformado agregaría) ya no lo acompaña en la misma medida. Y los gurús del mercado que sí acompañaban muertos de gusto los primeros meses hoy en coro critican el rumbo de colisión que lleva el país. Y se vio ayer que lejos de tranquilidad la conferencia de prensa del testaferro del traidor de los aplausos Marquito Peña solo generó zozobra llevando la sacrosanta moneda verde a valores record (y que generó el rumor del recién llegado). Estas políticas solo se pudieron implementar de dos maneras: con un gobierno autocrático impuesto por la fuerza y una oposición silenciada o encarcelada o mediante el engaño descarado. La lección fue aprendida: el actual gobierno es una síntesis de ambas. Y el resultado inevitablemente será el mismo. 
Prometo una última reflexión este domingo y nos vemos en 2018. Feliz año para los amigos.
Les regalo aquí un extracto de Silvio Rodríguez que pinta con soberbia poesía a personajes como los que hoy nos rigen los destinos y de donde robé un calificativo:
"Un testaferro del traidor de los aplausos
"un servidor de pasado en copa nueva
"un eternizador de dioses del ocaso
"júbilo hervido con trapo y lentejuela

domingo, 24 de diciembre de 2017

VOLVER AL SIGLO XVIII

Reflexiones Domingueras:

El hito que terminó con el modernismo y nos depositó en la Era Contemporánea fue la Revolución Francesa. Su importancia no puede ser exagerada. Aunque en lo personal la pongo a la par con la revolución norteamericana que ese mismo año consolidaba un sistema democrático y republicano que permaneció en el tiempo a diferencia de la experiencia francesa que luego reflotó la monarquía y los absolutismos que supuestamente venía a eliminar.
Veamos, hasta ese momento era aceptado, o impuesto, o ambos, un sistema monárquico donde un grupo reducido de privilegiados detentaban el poder y por ende grandes recursos económicos para poder conservarlo y la autoridad máxima era heredada entre miembros de la familia. El resto de la población debía aceptar un destino menor y en todos los casos a merced de la voluntad de esta casta de dirigentes autoimpuestos. La Revolución en su sentido más profundo y resumido consistió en arrebatar el poder a esta minúscula porción de la sociedad y entregarlo a las mayorías mediante alguna de las formas representativas que están vigentes hoy en el mundo. En la actualidad es mal visto un gobierno autocrático, impuesto por la fuerza y que no tiene aval popular. Esto no era así hace poco más de dos siglos.
Hoy, en pleno siglo XXI, los avances en derechos sociales y conquistas han sido enormes. Pero en vastos sectores del globo las democracias están siendo cuestionadas y muchos gobernantes son “tolerados” por no avizorar un sistema superador. Lejos está alguna intención mía de proponer algo mejor que una democracia representativa. Sí intentar una explicación absolutamente personal de lo que está ocurriendo y la insatisfacción en la “clase política” aquí y allende los mares.
En lo político la representación democrática vino de la mano del capitalismo, o viceversa. No importa demasiado el orden. Y con el capitalismo, la acumulación de riqueza. Y la riqueza, en gran medida, al igual que el poder monárquico prerrevolucionario, se hereda. Esto ha creado además de grandes fortunas nuevas y recientes gracias a la tecnología, una o varias generaciones de individuos que nacieron en la opulencia y que flotaron sus existencias lejos de las penurias de los que deben trabajar o buscar trabajo para comer, pagar las cuentas y asegurar un mínimo de bienestar para sus familias. Estas minorías de gente extremadamente rica han existido en toda época de la historia y casi siempre acompañaban al poder institucional en cualquiera de sus formas. La democracia, cuando funciona adecuadamente, logra poder un marco regulatorio a esto gracias a que representa en el poder a las mayorías que no forman parte de este grupo excepcional. La acumulación de riqueza normalmente fue gravada para que una parte de esos beneficios se pueda usar para el conjunto de la sociedad que con su esfuerzo (trabajo, consumo) permitió esa acumulación y así lograr sociedades armoniosas, funcionales e integradas. Puedo aburrir con ejemplos en este sentido. Pero ya en este siglo se vio acentuado otro fenómeno: la gente con poder económico, llámese corporaciones, sistema financiero, grandes empresas, empresarios, inversores e instituciones que los apoyan están logrando cada vez más imponer condiciones, legislación, tratados y en general políticas económicas por sobre las instituciones democráticas. Tratados confidenciales redactados y firmados a espaldas de legisladores con textos secretos, imposiciones totalmente caprichosas a los estados para que adopten medidas que favorezcan a estos reducidos grupos de poderosos se han vuelto moneda corriente.
La consecuencia inmediata de esto es una concentración aún más obscena de la riqueza. Hace poco más de un lustro nos asombraba enterarnos que 87 individuos poseían la misma riqueza que el 50% del planeta. Hoy son menos de 40 los que reúnen esa misma riqueza. Esto es innegable y no está sujeto a una interpretación política. Thomas Piketty, un economista francés, investigó en detalle este fenómeno y lo plasmó en una monumental obra llamada “El Capital en el Siglo XXI”. Ahora, definido esto aquí transcribo textual una frase que escribí más arriba: “un grupo reducido de privilegiados detentaban el poder y por ende grandes recursos económicos para poder conservarlo y la autoridad máxima era heredada entre miembros de la familia. El resto de la población debía aceptar un destino menor…”
¿Suena extrañamente familiar después de lo expresado? Lo que expresa Piketty en su libro es que la Revolución Francesa estalló porque se alcanzó un nivel de desigualdad tan grande que resultó intolerable para la población. Y advierte que hoy estamos alcanzando niveles similares de desigualdad.
Mientras que por un lado tuvimos avances en lo social que no podemos negar, en lo económico fuimos raudamente retrocediendo hasta ubicarnos en una situación comparable a la existente previa a la Revolución Francesa. Y eso hace razonablemente prever un estallido que esta vez será mundial gracias a la interconectividad que hoy existe. Voy a citar a dos presidentes norteamericanos que advirtieron esto cada uno a su manera para que nadie se le ocurra pensar que mis ideas son de “zurdito sudaka”:
“Aquellos que hacen imposibles las revoluciones pacíficas hacen las revoluciones violentas inevitables” (JFK) y “El mayor problema que debemos encarar en el siglo que viene es la desigualdad” (Jimmy Carter – 1999).
Como llegamos a esto por el voto y la complacencia de mayorías es tema de otra reflexión.
Esto lo dejo para la meditación de mis amigos a ver si de una vez por todas dejamos de discutir nombres y empezamos a fijarnos en ideas.

domingo, 3 de septiembre de 2017

DATOS MAS, DATOS MENOS…IGUALITO A MI SANTIAGO

Reflexiones Domingueras

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial no existían ni por asomo la variedad y popularidad de medios y plataformas de comunicación de hoy en día. Existían los diarios, la radio, revistas y libros. Salvo la radio, las noticias no “llegaban”, había que buscarlas. Y lo que no se publicaba o difundía por radio, directamente no existía como hecho. Por esta razón Eisenhower, al ingresar a Alemania y descubrir los campos de concentración, no solo documentó todo en fotografías y filmaciones, sino que hizo desfilar a los ciudadanos alemanes para mostrarles en directo las atrocidades que el gobierno de Hitler había estado cometiendo y ocultando de su propio pueblo. Y esto último lo hizo también convencido que si no lo hacía lo más público posible en poco tiempo aparecerían los negacionistas, que aparecieron igual.
Hoy, si yo quiero enterarme de una noticia, un tema en particular, una hecho histórico o una disciplina, en menos de 10 minutos me puedo descargar una docena de fuentes, comparar el tratamiento del tema en cada una, enterarme de la trayectoria de los autores, ver las coincidencias y las discrepancias y luego en base a mi criterio y convicciones archivar la data en mi cabeza de la manera más creíble o convincente y que se concilie con el resto de la “realidad” que previamente me fui construyendo con similar procedimiento. O puedo escuchar TN mientras tomo café en un bar y darme por enterado. La realidad en uno u otro caso será muy diferente, eso al menos les garantizo. ¿Todos deberían aplicar mi método? Para nada, es una decisión personal y que funciona para mí. Hay variadas maneras de informarse si esa es la intención.
Mirtha Legrand fue el medio elegido por el gobierno para sostener a una golpeada Patricia Bullshit y perfumar su pasado con una guionada pregunta falsamente incómoda: “¿vos fuiste montonera?” A lo que la impresentable mintió: “No, fui JP.” El episodio lo relata Horacio Verbitsky en una columna hoy y trascribe de varias páginas de un libro editado hace 30 y pico de años detalladas narraciones de la mejor ministra de los últimos 50 años donde se explaya a gusto contando sus actividades como “montonera”. La mentira tiene patas cortas pero aun así logra escabullirse si nosotros no somos capaces de levantar el culo del sillón.
Este breve ejemplo no es algo aislado. Es la madre de todas las estrategias. El gobierno persevera gracias a la pasión por estar desinformada de gran parte de la población. Respecto de la difusión de los montos blanqueados por parte de familiares de Macri y sus funcionarios más cercanos, no preocupa para nada el hecho escandaloso sino que la información se haya escabullido del riguroso secreto en que debía permanecer. Todo va de eso, intentar que permanezcas tranquilo en tu departamento el mayor tiempo posible mientras debilitan todos los cimientos y columnas sobre las cuales se sostiene el edificio. Si el derrumbe, inevitable tarde o temprano, te sorprende por completo como ocurrió en 2001, la tarea se considerará exitosa, no para el país, pero sí para los gerentes y las empresas que hoy lo manejan en beneficio propio. El relato es vital para sostener algo innegablemente impopular y que un 35% apoye se celebra como un gran triunfo tratándose de ideas y políticas que en más de un siglo de elecciones libres jamás lograron ni por cerca semejantes porcentajes.
En ese contexto de narcotización de la realidad paradójicamente apareció la desaparición de Santiago Maldonado. Un tema demasiado sensible para una Argentina que dio un contundente Nunca Más como para tapar con las mismas y torpes estrategias de maquillar la realidad con Mirthas, Lanatas, Majules y cía. Y las incontinencias propias de estirpe que no faltan, como Rodríguez Larreta celebrando como avance que 30 personas detenidas en una protesta permanezcan detenidas, en un contexto tan delicado como el que estamos viviendo. Para el ciudadano pegado a su sillón que solo se nutre de los medios hegemónicos mi sospecha de desencanto surgiría el día que note que no puede ver el fútbol sin pagar una pequeña fortuna todos los meses. Pero ese día será posterior a las elecciones en otra muestra más de manipulación. Pero la desaparición de Santiago está produciendo, no la reacción del típico “potus poteñus sedentarius”, pero sí del arco político no oficialista casi completo que pone en riesgo la casi segura obtención de primera minoría que se veía segura de cara a octubre. Y esto gracias a (y solo posterior) la reacción espontánea e indignada de enormes segmentos de la población y de diferentes posturas ideológicas. La desinformación oficial no puede evitar que el tema se cuele por los canales alternativos, las redes sociales, masivas manifestaciones callejeras y logre, al menos en este tema, aglutinar a dirigentes normalmente enfrentados en otros aspectos, diferencias muy bien aprovechadas por el gobierno para aparentar una salud de la que carece. Es la información y por eso la obsesión por limitarla, lo que va a esmerilar la base de sustentación de esta administración. Pero para eso hay que levantar el culo y hacer un mínimo esfuerzo por buscarla. Feliz domingo.            
   



martes, 20 de junio de 2017

EL SUSTENTO FILOSÓFICO DEL GARCA

Es indudable que Mauricio Macri no es un asiduo lector. Pero para darse lustre durante los años previos a su arribo a la Casa Rosada mencionó uno que otro libro de cabecera. Y a la autora que más se refirió es a Ayn Rand. Una “pensadora” nacida en la Rusia zarista (1905) como Alisa Zinóvievna Rosenbaum y radicada a los 20 años en USA donde permaneció hasta su muerte en 1982. Ella creó probablemente la peor de las filosofías surgidas del siglo XX dónde califica al altruismo y al amor al prójimo como “inmorales”. Esta es la persona cuyas ideas han guiado a nuestro presidente. Y soy generoso con eso de “nuestro”. Esta autotilulada “filósofa” pensaba que todos los programas de ayuda social y salud pública (expresamente citaba a Medicare, el legendario programa de salud de su patria adoptiva) eran “para los débiles” y que “ser egoísta” es lo mejor que se puede ser. Este repudiable personaje que fumaba dos paquetes de cigarrillos por día aceptó, disfrazada bajo el apellido del marido, justamente ese servicio de salud y ayuda social en su vejez ya que enfermó y finalmente murió de cáncer de pulmón. Pensaba que las advertencias de “los débiles” por el daño que podía causar el cigarrillo era una teoría conspirativa contra las correctas y necesarias grandes corporaciones tabacaleras. Que la realidad no arruine una corriente de pensamiento. “La idea de tener una mujer presidente es indecible (unspeakable)”. Palabras de una mujer. 
Sigamos con la inspiradora de nuestro genial mandatario: “Los discapacitados son niños ‘subnormales’” y que la asistencia gubernamental a ellos es bajar a todos los demás al nivel de los discapacitados. ¿Es pura casualidad, error de Excel, o descuido lo ocurrido la semana pasada? Dejo al lector las conclusiones. Un personaje al que Ayn Rand llegó a admirar fue William Hickman. ¿Quién? Literalmente un asesino serial de la zona de Los Angeles. Entre sus andanzas descuartizó a una niña de 12 años, arrancó sus órganos internos y arrojó lo que quedaba de su cuerpo mutilado sobre una avenida con los párpados atados con alambre para que parezca aún con vida (según relata el investigador Michael Prescott). Sobre este crimen Hickman declaró: “Lo que es bueno para mí está bien”. (What is good for me is right). Sobre esta declaración Ayn Rand comentó: “Es la mejor y más fuerte expresión de la sicología de un verdadero hombre que escuché.” (The best and stongest expression of a real man’s psychology I have heard). Esta mujer es la que tu presidente admira. Noten que le solté la mano y que cada votante se haga cargo. Esta expresión no fue un exabrupto al descuido sino una afirmación absolutamente acorde a los principios filosóficos de Rand que sostienen que si podés tomar algo lo debes hacer. Ella considera que entre las personas hay “tomadores” y “hacedores” (takers and makers). Ella y sus seguidores se consideran “hacedores” porque no “toman” ayuda del gobierno pero consideran perfectamente bien “tomar” del prójimo si es posible. Eso demuestra que no estás atado a los dictados de la sociedad, no sos altruista ni estás inclinado a ayudar al prójimo. Sos un INDIVIDUO. Hickman tomó la vida de una niña de 12 años simplemente porque podía. Loable. La teoría del Superman, música para los oídos de todo garca que adora el capitalismo salvaje y prebendario y que le importa un carajo los débiles, los vulnerables, pobres, discapacitados y por supuesto al socialismo, los solidarios, altruistas y cualquiera que tenga algo de sensibilidad social. En USA Paul Ryan es uno de los políticos que declara que su filosofía se basa en las ideas de Ayn Rand. En Argentina Mauricio Macri. Sorprenderse porque los “errores” cometidos al eliminar ayuda social, calcular mal jubilaciones, entregar los fondos del Anses a una timba privada, declarar que los convenios colectivos deben reformularse a la baja, dejar de dar remedios, netbooks y todo tipo de asistencia a los más necesitados mientras se rebajan impuestos los más ricos, tomar constantemente deuda en nombre de todos para beneficio de pocos es no conocer el sustento ideológico de esta gente, con Macri a la cabeza, que cooptaron prensa mediante el aparato estatal de la Argentina. Cuatro años les sobra para devastar al país, dejar un siglo de deuda por delante y en la absoluta miseria e indefensión a enormes sectores de la población que no pudieron disfrutar y engancharse en esta “veneración del egoísmo” que promueve la deplorable filósofa que tanto admira nuestro querido mandatario. Vos lo votaste, no yo.

martes, 28 de febrero de 2017

ALGO PERSONAL

Intro: No pensé publicar esta nota aquí ya que era un comentario destinado en principio solo a mi Facebook. Pero resultó por lejos el comentario más compartido y con más reacciones favorables de los cientos de comentarios que llevo posteando en mi muro y por eso decidí incluirlo aquí. 

Les cuento algo personal. No conozco Europa. Mi auto tiene 17 años. Esta PC es de 2010. La última vez que me compré un par de zapatillas fue en abril de 2013. Trabajo como cualquiera y cuando puedo generar un excedente compro algún equipamiento para mi fábrica o laboratorio. Tengo instrumentos buenos, caros, equipamiento para fabricar todo lo que necesito, sigo invirtiendo todo lo que puedo para terminar mi nuevo local, generar valor agregado, crear 2 o 3 puestos de trabajos de calidad, brindar servicios y productos de excelencia para grandes empresas y en los ratos libres estudio para no desactualizarme en una especialidad que progresa a diario en el mundo. Tengo libros, software, know-how para tirar para arriba. Y cuando puedo doy charlas, cursos, conferencias para colegas, clientes, alumnos tratando de difundir lo que pude aprender en 40 años de profesión.
Les propongo imaginar lo que yo siento cuando veo que la única esperanza de progreso para este vil gobierno parece ser que venga alguien de afuera a invertir. La lluvia de inversiones, los viajes a Davos, a España, a USA, al culo del mundo para tentar a empresarios que vengan a invertir. ¿Y yo? ¿Y los miles de empresarios pymes que hacen exactamente lo mismo que yo todos los días, pensando que este país se puede, con ganas de producir, innovar, crecer? Escuchar a este pelotudo ilustre hablar de atraer capitales de otras partes mientras destruye lo que con tanto esfuerzo construimos durante años. No soy fanático ni me trago un relato. Lo vivo a diario. Me opongo a estos delincuentes porque me faltan el respeto, a mi y a cientos de miles de esforzados empresarios que sudamos a diario para invertir en este país. Andá con tus inversiones extranjeras un poquitito a la mierda, imbécil. Trucho, ladrón, corrupto, ignorante, mentiroso. De re onda lo digo.