COMENTARIOS PARA LECTORES OCASIONALES

Inauguré este sitio con 5 artículos que ya tenía escritos, entre 2003 y 2005. Algunos analizaban un momento particluar y pueden sonar desactualizados, pero en la mayoría de los casos son hechos cuyos efectos perduran.
A partir de ahí voy subiendo mis comentarios que considero más interesantes para el público interesado en temas políticos. En general tratan temas de política internacional, de Argentina y Latinoamérica. Muy rara vez escribo sobre la política local de mi provincia, Tucumán.
Espero que disfruten del blog.

sábado, 4 de febrero de 2017

EL RUIDO Y LAS NUECES

He dedicado valiosos minutos de mi vida a debatir con gente innecesaria sobre déficit, si Macri si, si Macri no y sobre la manera de mirar el presente, esto último dicho con mucha generosidad. La discusión en general se centra en facetas formales y rivalidades de estilo futbolísticas. Sobre problemas de fondo poco y nada.
Mi preocupación no es ni por cerca eso. Mi metier en estas mis últimas décadas de vida consiste en dejar la posta lo más acomodada posible y eso me obliga a mirar una película mucho más extensa que los índices económicos de los últimos meses, nimiedades que ocuparon mucho del tiempo de debates fútiles.
El mundo, en términos generales y en particular en occidente, va rumbeando a un grado de desigualdad que tarde o temprano se tornará intolerable. Mi gran frustración es ver como políticos, sindicalistas y votantes no tratan este tema para nada. La coyuntura parece abarcar hasta el breve horizonte que estos actores sociales pueden percibir. Y de esta manera los cambios o contrastes propuestos se esfuman en un semestre. Nada de propuestas de largo plazo, nada de trazar un objetivo ideal que permita evaluar si la legislación, decretos, obras o políticas que adoptamos a diario van en esa dirección o no.


La discusión del 2015 entre Massa, Macri y Scioli no generó en ningún momento la pregunta sobre el modelo de largo plazo de país que queremos como para continuar con la pregunta sobre si cuál de las opciones llevaba de mejor manera a ese objetivo. Sin destino, cualquier camino será adecuado. No podemos fallar el objetivo porque nunca se lo definió. Es una manera triste de transcurrir nuestra actividad política y casi una garantía de frustración. Nunca lograremos llegar a buen puerto porque no sabemos dónde está ni para qué queremos arribar ahí. Y en mi ejercicio de tratar de establecer un conjunto de parámetros que nos representa como sociedad he llegado a la conclusión que hay un amplio espectro de objetivos donde gran parte de la población acuerda. Y un arcoíris de ofertas políticas oportunistas y efímeras no representa ni por asomo las ideas bastante extendidas y coincidentes de un sector mayoritario de la sociedad. Creo que si esto se logra en algún momento podemos avanzar hacia un país deseado por la mayoría y las ofertas políticas van a tener que limitarse a las proximidades de este espectro de anhelos definidos y no derivar en experimentos no deseados, no autóctonos o aventuras empresariales a espaldas del deseo popular, como ocurre actualmente. Las coyunturas podrán ser analizadas en función de cuanto nos acercan o alejan del objetivo y las ofertas políticas tendrán que hacer frente a estas demandas en particular durante las campañas. Y a partir de esta definición como nación definir como nos insertaremos en el continente y el mundo. Es fácil concluir en este momento que la política ha fallado o que los políticos son todos iguales, pero los soberanos somos los ciudadanos y si el debate no lo plantean los dirigentes lo debemos hacer los ciudadanos. Este tema es dantescamente largo así que estos párrafos son una breve introducción. A lo largo del año iré desarrollando la idea, exponiendo los datos que vengo recolectando de años de observación de la historia argentina, absorbiendo los comentarios y contribuciones de los pacientes lectores y tratando de explicitar una serie de características del país soñado que sé positivamente compartido por grandes mayorías, muchas veces sin darnos cuenta. Es mi humilde contribución. Quedan advertidos.   

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