Este banco que “está más allá de la vergüenza” (1) según la
definición del diario británico The Guardian, fue denunciado por la AFIP por
fuga y evasión fiscal en Argentina (2) que no era más que la pata argentina de
una costumbre mundial que se convirtió en escándalo. El BCRA de la Argentina le
aplicó una multa millonaria al HSBC por este comportamiento (3) que perjudicó
las cuentas públicas, la que pertenecen a todos los argentinos. Macri, el 25 de
enero nombró a un abogado del HSBC al frente nada menos que del organismo que
tiene que investigar el lavado de dinero(4). Un absurdo injustificable que pasa
inadvertido entre tanta noticia de corpiños y viajes de famosos. Tres días
después de esto un conjunto de bancos internacionales, con el HSBC a la cabeza,
le presta a la Argentina 5000 millones de dólares con el único fin de consolidar
las reservas del BCRA. Veamos para qué le interesa a este banco delincuente aportar
a las reservas de Argentina. Durante la restricción a la moneda extranjera, el
famoso cepo, el HSBC le ofrecía a sus grandes clientes la posibilidad de fugar
dinero al exterior. Esto es, convertir pesos argentinos en dólares y enviarlos
afuera por métodos entonces ilegales (5). Hoy esto es totalmente legal gracias
a las disposiciones de Macri. Ahora se puede girar al exterior todo el dinero
en dólares que se quiera. Pero había una limitación: las reservas del BCRA no
permiten una fuerte salida de divisas porque no existen en la cantidad
necesaria. Entonces, nada mejor que “ofrecer” un monto sustancial para “fortalecer”
las reservas si eso va a permitir que se pueda comprar alegremente divisas y
hacer con ellas la que se quiera.(6) Trato de describir esto lo más simple
posible, porque los economistas suelen disfrazar lo sencillo con términos como “stand
by”, “call money” y otras perlitas para hacernos desistir de entender. . Este dinero prestado
lo pagará mañana todo el pueblo argentino. Pero las divisas no la ve el pueblo
argentino. La ven solo los grandes jugadores del sistema, muchos de los cuales
son clientes del HSBC y de los otros bancos que participan del convite. Entre
esa autopista de fugas millonarias andan algunos peatones sueltos, esos que están
felices por poder comprar 500, 1000 0 1500 dólares de vez en cuando para poder
vacacionar en el exterior a fin de año. Totalmente válido. Pero no doblan por
ellos las campanas del endeudamiento. Es por los otros. Ese dinero que entró
por la puerta del BCRA ya salió por la ventana en una proporción significante
tan solo en el primer mes, febrero, cortito si los hay. (7)
El dinero que entró y que debe ser devuelto por el pueblo
argentino se fugó hacia particulares con nombre y apellido. Esto es una
costumbre que lleva décadas. Cavallo en el 81 estatizó deuda privada, en los 90
se hizo crónica y en 2001, Cavallo y Sturtenegger, el mismo que arregló la
operación del 28 de enero pasado, emitieron una cantidad fenomenal de bonos que
permitieron a los grandes actores salir de una Argentina en crisis con sus dólares
mientras todo el pueblo se sumía en la miseria y el hambre y cargaba con una
mochila impagable, esa que Prat Gay dijo ayer que se remonta a 15 años.
Exactamente. Mientras nos indignamos por un auto usado o un hotel en el sur que
largas investigaciones intentan demostrar que fueron la mayor corrupción de la
historia argentina, aquí, con simples citas a noticias de diversas fuentes (ex
profeso) intento demostrar como se liquida un país y se empobrece a su pueblo
con medidas totalmente legales (no por ello éticas) y a la vista de todo el
mundo. Es decir, tomar dinero prestado en nombre de todos los argentinos (para
lo que necesitaba llegar a ser gobierno) y destinarlo a los pocos grandes
jugadores que apoyaron la llegada al poder. Esto es solo un ejemplo de muchísimos
que puedo detallar para el deleite del caballero y el placer de las damas en el
futuro inmediato. Para esto vinieron, no para otra cosa.
(1) http://www.theguardian.com/commentisfree/2015/jun/10/the-guardian-view-on-hsbc-a-bank-beyond-shame
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