Siempre es un tema de actualidad. Parece no tener solución.
Pero ahora se están produciendo cambios notables. Veamos muy resumidamente: USA
intervino en Irak para derrocar a Saddam Hussein. Eso fue relativamente
sencillo. Pero lo que vino luego no lo pudo manejar. El costo político de tener
un ejército de ocupación, con víctimas norteamericanas pasó factura. Se retiró
el ejército y quedó un gobierno débil. Apareció un grupo de islamistas
extremistas opuestos al gobierno legal de Irak, con poder de fuego y armamento
que tomó el noroeste del país y parte del oeste de Siria, formando el Estado
Islámico. Las calamidades, degollamientos, atentados y otras delicias propias
de estos extremistas que hoy cuentan con territorio propio consolidado, pozos
petroleros y cuantiosos fondos han producido un rechazo generalizado de propios
y extraños. Esto generó nuevas alianzas impensables hace un año y pico. USA y
sus socios empezaron a intervenir, con la excusa de poner coto al avance del Estado
Islámico. Pero USA tiene interés en derrocar al presidente sirio, aliado de
Moscú. Entonces, provee de armas y fondos a grupos opositores al régimen que no
son otros que extremistas religiosos casi igual de repudiables que los propios
de IS, pero que occidente llama cariñosamente “oposición moderada”. Estos
grupos rebeldes ni bien reciben un cargamento de armas salen corriendo a
vendérselas a los combatientes del Estado Islámico, razón por la cual la
mayoría de su armamento es occidental. Derrocar un tirano como Saddam desata el
surgimiento del extremismo islámico con final impredecible. Es lo que pasó en
Libia al derrocar a Gaddaffi. Aparecieron los opositores uno de cuyos grupos
asesinó al embajador de USA.
Las misiones de USA y Francia en nombre de la “coalición”
que llevan larguísimos meses no produjeron efecto perceptible en el enemigo tan
terrible. Ya muchos se preguntan si la intención es no derrotar a ese enemigo
que está acosando al gobierno de Siria que tanto molesta a occidente. Este
juego de “el enemigo de mi enemigo” ha producido desastres como el de
Afganistán en los 80 apoyando a los talibanes, el fiasco de Irak y la
intervención en Libia. La cosa estaba fea fea. Y empezó a circular por todas
partes que el propio IS es un producto de USA e Israel. Con todo mal entró en
escena Vladimir Putín.
Hablando con un mínimo sentido común, planteó en términos
sencillos y con mucho detalle esto que acabo de resumir. Rusia tiene una base
naval en Siria y no estaba dispuesta a perder ese bastión sin abrir la boca.
Desde hace un mes venía reforzando su presencia en Siria, instalando aviones de
todo tipo, defensas antiaéreas, tropas. Y el 30 de septiembre empezó a
bombardear, pero en serio, las bases de IS y también la de los grupos
opositores al gobierno sirio. Es difícil para occidente ponerse en censor de
este comportamiento porque está atacando al enemigo número 1 de occidente. Y
también por las metidas de pata diarias que cometen. Pero la movida de Putín no
empezó ni terminó ahí. Con una diplomacia acertada, en lugar de desestabilizar
a su favor, Putín trató directamente con los gobiernos de cada país interesado,
propio o no. Ya había cerrado tratados comerciales, de colaboración nuclear y
de defensa con Irán. Por supuesto que tiene alianzas con Siria. Pero incluso
propuso una alianza con el gobierno de Irak, que si bien es aliado de USA, ha
perdido medio país en manos de los terroristas y la estrategia de USA, que
causó ese problema, no puede devolverle las posesiones perdidas, petróleo
incluido. Y para alegrar aun más el panorama, Rusia invitó a la fiesta a su
amigo grandote, China. El gigante asiático ya tiene apostado en las costas de
Siria un portaaviones con cazas listos para debutar en actividades bélicas en
occidente. Y para ponerle la frutilla a semejante torta, Rusia propuso un
cuartel general desde donde monitorear toda la acción conjunta (Rusia, China,
Siria, Iran e Irak) nada menos que en Ministerio de Defensa de Bagdad. En el
corazón del país en que USA peleó por una década. Todo esto consolidado en
menos de una semana. En el ínterin, Rusia hizo una exhibición de su armamento
de punta, sorprendiendo por su contundencia a los IS, acostumbrado a bombardeos
aislados de baja intensidad, y a occidente por lo sofisticado y efectivo de su
armamento. La casilla del medio cambió de color de la noche a la mañana. Esto
recién empieza. Pero la fiesta de occidente fue copada por otra coalición en un
lapso brevísimo, para asombro de todos, en particular para Israel, que ve con
preocupación lógica como su gran aliado perdió la iniciativa sin siquiera darse
cuenta. Vamos a seguir de cerca las novedades. Por ahora la termino aquí.
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