Reflexiones Domingueras (21-09-2014)
Este es un tema ríspido que está absolutamente todos los días en las tapas de los medios de comunicación masivos, en la radio, televisión y redes sociales. Con solo visitar los muros de amigos verán alguna o muchas referencias. Yo también me indigno, pero como dije alguna vez, la mejor manera de no hacer nada para combatir la corrupción es tratar a todos de corrruptos. Veo amigos y parientes putear por esto y nombrar de corrido a Jaime, De Vido, Boudou, Kiciloff, Milagros Sala, Máximo, Florencia, Alperovich,,, en una misma bolsa y al voleo. Y no puedo evitar notar que en esa generalización, ese sentido común que estamos en manos de ladrones sin excepción, está la tarea cotidiana de los medios.
Sin expresar grados de corrupción, o emitir juicio de valor sobre personas sin las pruebas e investigación judicial que corresponda, solo quiero expresar lo que, a mi modo de ver, es el trabajo de los medios.
Algo innegable es que los medios, en particular en Argentina La Nación y Clarín, tienen una agenda política, tienen sus preferencias, y en el caso actual del gobierno K, tienen un objetivo de desgaste que lleva al menos 6 años en el caso de la cornetita y desde antes de asumir Néstor en el caso La Nación. Esto no es privativo de nuestro país. En Brasil el mayor argumento para torpedear la reelección de Dilma es batir a diario la corrupción en Petrobras, con el doble propósito de favorecer a la contrincante y lubricar el sendero hacia la privatización de la petrolera, hoy mayoritariamente estatal.
Volvamos al país. No quiero ser terminante, pero hoy por hoy las opciones parecen ser el candidato oficialista (sea quien fuere), la nueva estrella Sergio Massa, y el candidato preferido de los medios Mauricio Macri. Y esto quiero analizar brevemente. Si el mensaje obsesivo, cotidiano, central es la corrupción del gobierno, ¿qué tan honestas son las opciones? El pibe de Tigre está rodeado de personajes cercanos a Eduardo Duhalde, y con el entusiasta apoyo de Hugo Moyano, Luis Barrionuevo, un sector de la cofradía de intendentes y todo el menemismo apartado del poder en la actualidad. ¿Eso es garantía de más transparencia? Como dice la propaganda: Ai don tin so!!!
El caso Macri es peor. Está en un cargo ejecutivo desde hace años, y si nos llevamos por los medios, es la transparencia total su gestión. Veamos por qué: Macri adjudicó de manera directa la provisión de internet en las escuelas dependiente de su municipio y de netbooks a Clarín, sin licitación. Pagó en ese entonces $1700 por cada netbook cuando en ese mismo momento el gobierno nacional pagó $850 por las del programa conectar igualdad. Este negocio, del que obviamente no nos enteramos por Clarín, le permitió a Macri cubrir sus espaldas en los medios del grupo y le garantiza su presencia en los programas que se le antoje, no solo él, Sturzenegger y cualquiera de sus funcionarios que pululan sets como si fueran sus countries. Nombró a su comisario estrella el Fino Palacios al frente de la Metropolitana y como anexo aparecio Maxwell Smart pinchando teléfonos a lo pavo, entre ellos el cuñado de Macri, medio en conflicto con el resto del clan y un dirigente molesto víctima del atentado de la AMIA, al que llegó a dudar de sus intenciones, porque la fallecida "no era su esposa, era su EX-esposa". Esto tuvo su momento de impacto pero las explicaciones de Mauricio fueron más que suficientes y el tema pasó de moda, no tanto la causa. Así como todos sabemos el mangaso del gobierno nacional de 1500 palos verdes al amigo Chávez, el interés generoso del 15% anual que se pagó y los pormenores en torno a esa plata, desconocemos por completo los detalles de cómo hizo el ingeniero para endeudar la ciudad de Buenos Aires, multiplicando por 6 la deuda que recibió al asumir. Hoy hay una denuncia penal en su contra por pagar tasas de hasta 60% anual a los prestamistas, algo que hubiera sido más barato si pagaba con tarjeta. Hace un par de días, sin ir más lejos, adjudicó también de manera directa la limpieza de los bancos y carteles del Metrobus por 2,5 millones mensuales a una empresa a nombre de un compañerito de la escuela primaria. No busquen en Clarín, no está la noticia. Además del resto de su impronta: aumento exagerado de impuestos y servicios, abandono de políticas públicas, culturales y asistenciales, etc.
Con lo que quiero insistir es lo que digo siempre: agitan la corrupción para que nos indignemos de este gobierno. No porque les moleste la corrupción, les molesta este gobierno y esta manera de hacer negocios. Si triunfa Massa, las cosas seguirán exactamente de mal, incluso peor, con todo lo más cuestionable del duhaldismo y el menemismo reacomodado en cuanto cargo público exista. Si gana Macri, la cosa será bastante más grave: ni nos enteraremos de los negociados (ponele la firma que los habrá a raudales, son liberales que no creen, respetan ni les importa la cosa pública) y el nivel de endeudamiento que llevarán al país para financiar el circo para pocos. Después ya es tarde.
Por eso yo tomo con pinzas cuando hablan tanto y todos los días de corrupción. También acusaban de corrupto a Illia, probablemente la gestión más honesta que se tenga memoria, para generar el clima necesario para el golpe que lo derribó. Viendo desde mi óptica, y con todo lo que detesto la corrupción, no es el parámetro correcto para decidir el voto en 2015. En ese rubro la cosa viene parejita. Lo que puedo garantizar es que las opciones que nos venden de plausibles, no lo son. Eso nos quieren hacer creer. Y el camino deseable hacia la honestidad y la transparencia no nos será señalado por los grandes medios, nunca lo fue. Feliz domingo amigos.
Sin expresar grados de corrupción, o emitir juicio de valor sobre personas sin las pruebas e investigación judicial que corresponda, solo quiero expresar lo que, a mi modo de ver, es el trabajo de los medios.
Algo innegable es que los medios, en particular en Argentina La Nación y Clarín, tienen una agenda política, tienen sus preferencias, y en el caso actual del gobierno K, tienen un objetivo de desgaste que lleva al menos 6 años en el caso de la cornetita y desde antes de asumir Néstor en el caso La Nación. Esto no es privativo de nuestro país. En Brasil el mayor argumento para torpedear la reelección de Dilma es batir a diario la corrupción en Petrobras, con el doble propósito de favorecer a la contrincante y lubricar el sendero hacia la privatización de la petrolera, hoy mayoritariamente estatal.
Volvamos al país. No quiero ser terminante, pero hoy por hoy las opciones parecen ser el candidato oficialista (sea quien fuere), la nueva estrella Sergio Massa, y el candidato preferido de los medios Mauricio Macri. Y esto quiero analizar brevemente. Si el mensaje obsesivo, cotidiano, central es la corrupción del gobierno, ¿qué tan honestas son las opciones? El pibe de Tigre está rodeado de personajes cercanos a Eduardo Duhalde, y con el entusiasta apoyo de Hugo Moyano, Luis Barrionuevo, un sector de la cofradía de intendentes y todo el menemismo apartado del poder en la actualidad. ¿Eso es garantía de más transparencia? Como dice la propaganda: Ai don tin so!!!
El caso Macri es peor. Está en un cargo ejecutivo desde hace años, y si nos llevamos por los medios, es la transparencia total su gestión. Veamos por qué: Macri adjudicó de manera directa la provisión de internet en las escuelas dependiente de su municipio y de netbooks a Clarín, sin licitación. Pagó en ese entonces $1700 por cada netbook cuando en ese mismo momento el gobierno nacional pagó $850 por las del programa conectar igualdad. Este negocio, del que obviamente no nos enteramos por Clarín, le permitió a Macri cubrir sus espaldas en los medios del grupo y le garantiza su presencia en los programas que se le antoje, no solo él, Sturzenegger y cualquiera de sus funcionarios que pululan sets como si fueran sus countries. Nombró a su comisario estrella el Fino Palacios al frente de la Metropolitana y como anexo aparecio Maxwell Smart pinchando teléfonos a lo pavo, entre ellos el cuñado de Macri, medio en conflicto con el resto del clan y un dirigente molesto víctima del atentado de la AMIA, al que llegó a dudar de sus intenciones, porque la fallecida "no era su esposa, era su EX-esposa". Esto tuvo su momento de impacto pero las explicaciones de Mauricio fueron más que suficientes y el tema pasó de moda, no tanto la causa. Así como todos sabemos el mangaso del gobierno nacional de 1500 palos verdes al amigo Chávez, el interés generoso del 15% anual que se pagó y los pormenores en torno a esa plata, desconocemos por completo los detalles de cómo hizo el ingeniero para endeudar la ciudad de Buenos Aires, multiplicando por 6 la deuda que recibió al asumir. Hoy hay una denuncia penal en su contra por pagar tasas de hasta 60% anual a los prestamistas, algo que hubiera sido más barato si pagaba con tarjeta. Hace un par de días, sin ir más lejos, adjudicó también de manera directa la limpieza de los bancos y carteles del Metrobus por 2,5 millones mensuales a una empresa a nombre de un compañerito de la escuela primaria. No busquen en Clarín, no está la noticia. Además del resto de su impronta: aumento exagerado de impuestos y servicios, abandono de políticas públicas, culturales y asistenciales, etc.
Con lo que quiero insistir es lo que digo siempre: agitan la corrupción para que nos indignemos de este gobierno. No porque les moleste la corrupción, les molesta este gobierno y esta manera de hacer negocios. Si triunfa Massa, las cosas seguirán exactamente de mal, incluso peor, con todo lo más cuestionable del duhaldismo y el menemismo reacomodado en cuanto cargo público exista. Si gana Macri, la cosa será bastante más grave: ni nos enteraremos de los negociados (ponele la firma que los habrá a raudales, son liberales que no creen, respetan ni les importa la cosa pública) y el nivel de endeudamiento que llevarán al país para financiar el circo para pocos. Después ya es tarde.
Por eso yo tomo con pinzas cuando hablan tanto y todos los días de corrupción. También acusaban de corrupto a Illia, probablemente la gestión más honesta que se tenga memoria, para generar el clima necesario para el golpe que lo derribó. Viendo desde mi óptica, y con todo lo que detesto la corrupción, no es el parámetro correcto para decidir el voto en 2015. En ese rubro la cosa viene parejita. Lo que puedo garantizar es que las opciones que nos venden de plausibles, no lo son. Eso nos quieren hacer creer. Y el camino deseable hacia la honestidad y la transparencia no nos será señalado por los grandes medios, nunca lo fue. Feliz domingo amigos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario