COMENTARIOS PARA LECTORES OCASIONALES

Inauguré este sitio con 5 artículos que ya tenía escritos, entre 2003 y 2005. Algunos analizaban un momento particluar y pueden sonar desactualizados, pero en la mayoría de los casos son hechos cuyos efectos perduran.
A partir de ahí voy subiendo mis comentarios que considero más interesantes para el público interesado en temas políticos. En general tratan temas de política internacional, de Argentina y Latinoamérica. Muy rara vez escribo sobre la política local de mi provincia, Tucumán.
Espero que disfruten del blog.

domingo, 6 de marzo de 2016

MAS DE EXACTAMENTE LO MISMO

Reflexiones Domingueras

Sentarme a escribir se ha vuelto una tarea cada vez más pesada. Me ha provocado saludos entusiasmados de amigos pero también contratiempos y hasta insultos de otros y de familiares, con distanciamientos y corte de relaciones. Y eso que no me cansé de explicar que los mío no va de personas ni de partidos sino de un conjunto de ideas y valores. Por otra parte, es casi una constante que quienes más ladran por mis opiniones no vuelcan una idea en sus muros, cooptados por perritos que cantan y videos con méritos ajenos o puteadas preimpresas, en el mejor de los casos. Quienes me leen saben que soy muy crítico del peronismo, entre otras razones porque no responde a un conjunto de ideas concretas que pueden imprimir un rumbo virtuoso al país sino de un rejunte de voluntades todas juntas por razones diferentes y alevosamente contrapuestas. John W. Cooke y José López Rega no pudieron ser más diferentes en sus ideas sin embargo estuvieron en la mesa chica del general en sus momentos. Menem y Kirchner resultaron muy diferentes y hasta opuestos en su manera de conducir el estado a pesar de las fotos que los muestran juntos y a los abrazos justamente por estar bajo el mismo paraguas del justicialismo. Celebré las elecciones del 2003 donde radicales y peronistas iban con 3 candidatos por cabeza, porque a pesar de la atomización, que no me parece saludable, el blanco indefinido que se había convertido el color político de ambos se refractó en sus colores primarios permitiendo elegir entre derecha, centro e izquierda sin convalidar con el voto a uno de ellos las políticas del otro, aunque, como decía el sobrevaluado general “son todos peronistas”. 
Esta manera de pensar la política no por ideas sino por camisetas es lo que aró el campo para permitir que un gobierno absolutamente clasista y anti-popular como el PRO llegue al poder en elecciones libres. El partido de gobierno anterior, el Frente para la Victoria, se rehusó a todo debate posible, hasta que fue demasiado tarde, porque estaba jugando en el campo “nosotros versus ellos” que le planteó la oposición de entonces para centrar la discusión en el estilo y las formas, campos donde el cristinismo hacía aguas, y no en el campo de las ideas. Cuando Scioli trató de hacer hincapié en el conjunto de ideas y propuestas, el enjerto de Cambiemos simplemente empezó a repetir que esas eran las suyas también, prometiendo cosas que sabía perfectamente que no iba a cumplir: conservar los puestos de trabajo, los programas sociales y los beneficios de la gestión anterior. Con respecto a la corrupción y a los estilos, expresé en enero del 2015 que era un error votar en función de esas consignas ya que los gobiernos corruptos eran una constante y no saldríamos de eso hasta que el ciudadano medio, ya sea por ejemplo de las autoridades o por iluminación divina, cambie su manera de proceder y se convierta en un miembro probo de la sociedad. Aquí unos ejemplos. En 1999 la Alianza llega al poder por el carisma del Chacho Alvarez, principalmente, y no por la avalancha de votos radicales que ya se veían escuálidos desde 1995, con el fiasco de Massachesi como candidato. Ya entonces la fórmula de Bordón-Chacho había superado los 5 millones de votos y era la segunda fuerza nacional, mostrando lo que yo siempre digo: la principal oposición a un gobierno peronista proviene del peronismo. Eso en 2013 se repitió con la buena elección del Massa. Cuando Chacho descubrió las coimas en el Senado promovidas por su propia fuerza política, levantó la voz y la denunció. Pensaba que con el tema sobre la mesa el gobierno de De la Rúa, que había hecho de la lucha contra la corrupción su caballito de batalla en la campaña, rectificaría su proceder. Pero ocurrió lo contrario: De la Rúa respaldó la corrupción y Chacho optó por presentar la renuncia. Yo le señalé por correspondencia al Chacho lo que yo pensé fueron errores estratégicos por parte de él antes y durante la gestión aliancista pero rescato hasta el día de hoy su actitud inflexible contra la corrupción. No hizo plata con la política y renunciado debió volver a sus clases de historia para vivir. Hoy Chacho no tiene carrera política alguna, es un personaje olvidado y paralelamente muchos funcionarios de ese corrupto gobierno están hoy de nuevo en funciones. Esto es prueba fehaciente que el argentino medio no valora la honestidad como pergamino al momento de elegir dirigentes.
Al FpV se le criticó el manejo discrecional de cuentas públicas, la corrupción en la adjudicación de obras, la falta de diálogo con la oposición, el estilo autoritario de manejarse, la injerencia en la justicia, la colocación de parientes y amigos en cargos jugosos del estado y el de subordinar a gobernadores con el chantaje del presupuesto. Este nuevo gobierno que vino a cambiar todo hace exactamente esto, hasta en los más mínimos detalles. Cambiaron los nombres pero las costumbres son las mismas. Esto confirma mi predicción de hace más de un año: no era la corrupción el motivo para emitir el voto. Todos son corruptos. Cuando realmente nos interese el tema, cuando se castigue realmente al corrupto con su voto, entonces tendremos gobiernos más honestos. Antes no. Esta lamentable realidad es la que nos hace mirar con envidia, desazón o perplejidad, según el carácter del observador, como sociedades como las nórdicas o algunas asiáticas pueden progresar y alcanzar niveles de integración que a nosotros nos resultan esquivos. Son los ciudadanos, ahí radica la diferencia. Es difícil, sin embargo, afirmar que ahí radica el embrión del problema. Ese dato primigenio es a su vez consecuencia. Un continente conquistado a fuerza de rapiña y destrucción y repartido a placer de reyes y millonarios difícilmente conciba ciudadanos probos y conformes con su dirigencia. Es un tema para largo y lleno de subjetividades. Hoy simplemente quiero destacar que todos esos confiados votantes que pensaban que empoderaban (como está de moda decir) a un gobierno probo porque usó la corrupción como cencerro de campaña, voy viven inmersos en un presente que conserva intacto o incluso potenciado todo lo peor que tuvieron en común los gobiernos argentinos. Pero encima en este caso, la legalidad del voto les permite “transferir”, por no decir robar, grandes riquezas en la dirección de sus propios intereses dejando cientos de miles de familias en peores condiciones o simplemente al margen gracias a la desocupación y a la merma de ingresos. Como mintieron con las consignas de campaña, no es difícil deducir que esa payasada de explicar la enorme inflación actual como una “herencia” cuando se tomaron medidas maco-económicas radicales ni bien se asumieron, también lo sea. Si nos llevamos de lo que expresan lo medios salimos del peor gobierno de la historia argentina para estar hoy en manos de los más geniales y honestos, dialoguistas y tolerantes. Eso es el discurso. Divierte ver a Leuco insistir todos los días con literalmente este mensaje mientras Nelson Castro, con un encono personal de años contra Macri, no puede con su genio y destroza suavemente con su canción a la gestión que llegó al poder entre otras cosas por su constante prédica contra Cristina. Repito, me faltan ganas de escribir y lo hago con esfuerzo porque este sistema político marmolado argentino donde todo es una parte de todo, separar en blanco y negro es una imposibilidad. Yo me recluyo en mi oficinita donde genero las ideas y los escasos recursos que me mantienen a flote y al menos una vez a la semana los comparto con mis amigos, que en proporciones similares me putean y aplauden. Esa partecita del espíritu de mi carácter no la quiero abandonar. Feliz domingo.


martes, 1 de marzo de 2016

MACRI Y EL HSBC

Este banco que “está más allá de la vergüenza” (1) según la definición del diario británico The Guardian, fue denunciado por la AFIP por fuga y evasión fiscal en Argentina (2) que no era más que la pata argentina de una costumbre mundial que se convirtió en escándalo. El BCRA de la Argentina le aplicó una multa millonaria al HSBC por este comportamiento (3) que perjudicó las cuentas públicas, la que pertenecen a todos los argentinos. Macri, el 25 de enero nombró a un abogado del HSBC al frente nada menos que del organismo que tiene que investigar el lavado de dinero(4). Un absurdo injustificable que pasa inadvertido entre tanta noticia de corpiños y viajes de famosos. Tres días después de esto un conjunto de bancos internacionales, con el HSBC a la cabeza, le presta a la Argentina 5000 millones de dólares con el único fin de consolidar las reservas del BCRA. Veamos para qué le interesa a este banco delincuente aportar a las reservas de Argentina. Durante la restricción a la moneda extranjera, el famoso cepo, el HSBC le ofrecía a sus grandes clientes la posibilidad de fugar dinero al exterior. Esto es, convertir pesos argentinos en dólares y enviarlos afuera por métodos entonces ilegales (5). Hoy esto es totalmente legal gracias a las disposiciones de Macri. Ahora se puede girar al exterior todo el dinero en dólares que se quiera. Pero había una limitación: las reservas del BCRA no permiten una fuerte salida de divisas porque no existen en la cantidad necesaria. Entonces, nada mejor que “ofrecer” un monto sustancial para “fortalecer” las reservas si eso va a permitir que se pueda comprar alegremente divisas y hacer con ellas la que se quiera.(6) Trato de describir esto lo más simple posible, porque los economistas suelen disfrazar lo sencillo con términos como “stand by”, “call money” y otras perlitas para hacernos desistir de entender. . Este dinero prestado lo pagará mañana todo el pueblo argentino. Pero las divisas no la ve el pueblo argentino. La ven solo los grandes jugadores del sistema, muchos de los cuales son clientes del HSBC y de los otros bancos que participan del convite. Entre esa autopista de fugas millonarias andan algunos peatones sueltos, esos que están felices por poder comprar 500, 1000 0 1500 dólares de vez en cuando para poder vacacionar en el exterior a fin de año. Totalmente válido. Pero no doblan por ellos las campanas del endeudamiento. Es por los otros. Ese dinero que entró por la puerta del BCRA ya salió por la ventana en una proporción significante tan solo en el primer mes, febrero, cortito si los hay. (7)
El dinero que entró y que debe ser devuelto por el pueblo argentino se fugó hacia particulares con nombre y apellido. Esto es una costumbre que lleva décadas. Cavallo en el 81 estatizó deuda privada, en los 90 se hizo crónica y en 2001, Cavallo y Sturtenegger, el mismo que arregló la operación del 28 de enero pasado, emitieron una cantidad fenomenal de bonos que permitieron a los grandes actores salir de una Argentina en crisis con sus dólares mientras todo el pueblo se sumía en la miseria y el hambre y cargaba con una mochila impagable, esa que Prat Gay dijo ayer que se remonta a 15 años. Exactamente. Mientras nos indignamos por un auto usado o un hotel en el sur que largas investigaciones intentan demostrar que fueron la mayor corrupción de la historia argentina, aquí, con simples citas a noticias de diversas fuentes (ex profeso) intento demostrar como se liquida un país y se empobrece a su pueblo con medidas totalmente legales (no por ello éticas) y a la vista de todo el mundo. Es decir, tomar dinero prestado en nombre de todos los argentinos (para lo que necesitaba llegar a ser gobierno) y destinarlo a los pocos grandes jugadores que apoyaron la llegada al poder. Esto es solo un ejemplo de muchísimos que puedo detallar para el deleite del caballero y el placer de las damas en el futuro inmediato. Para esto vinieron, no para otra cosa.