COMENTARIOS PARA LECTORES OCASIONALES

Inauguré este sitio con 5 artículos que ya tenía escritos, entre 2003 y 2005. Algunos analizaban un momento particluar y pueden sonar desactualizados, pero en la mayoría de los casos son hechos cuyos efectos perduran.
A partir de ahí voy subiendo mis comentarios que considero más interesantes para el público interesado en temas políticos. En general tratan temas de política internacional, de Argentina y Latinoamérica. Muy rara vez escribo sobre la política local de mi provincia, Tucumán.
Espero que disfruten del blog.

sábado, 7 de noviembre de 2015

EL VOTO HARAKIRI

Desde la Ley Saenz Peña de 1912, en la Argentina un partido conservador-liberal jamás se pudo imponer en elecciones libres, salvo probablemente en las de 1995, si queremos ser justos. Y en esa ocasión bajo el escudito del peronismo, que había traicionado flagrantemente sus principios, cuya existencia pongo en duda, y engañado a sus bases. 

Aquí algunos se enojarán, pero como es mi muro puedo decir lo que creo. La campaña mediática despiadada, exagerada y en muchas ocasiones totalmente falsa ha calado hondo en un sector enorme de la población que es hoy capaz de votar cualquier cosa con tal que no tenga nada que ver con el oficialismo. Y sobre este campo arado el PRO puede mostrarse abiertamente liberal y conservador y tener aun así grandes chances de ganar. El oficialismo se encargó del resto, cometer cuanto torpeza posible para minar las chances de ganar una elección que pintaba tranquila hace tan solo unos meses.   
 
El escaso o nulo análisis del elector sobre lo que está por hacer mantiene intacta las chances de un candidato que ha demostrado en los últimos meses y reforzado en los últimos días, que representa nada menos que lo que más se critica a este gobierno saliente. La gente está harta de la corrupción, de la inflación y de la inseguridad. En el tema corrupción siempre hubo denuncias a la gestión del PRO, por supuesto ninguneadas en los medios masivos. Pero en el último mes salieron a la luz casos resonantes e imposibles de negar porque la información salió de los propios documentos oficiales, boletines, comunicados y extractos de movimientos de dinero. El principal candidato al Congreso del PRO tuvo que renunciar a causa del escándalo, pero eso no restó votos al resto de la tropa. La gente quiere un cambio, no importa a qué costo. Scioli, por otra parte, no tiene en su haber grandes escándalos y sospecho que debe estar bastante limpio porque los medios no han logrado instalar nada al respecto aunque toco madera porque todavía faltan 2 semanas para el ballotage y nada me sorprendería. El otro tema preocupante es la inflación. Y son justamente los economistas vinculados al PRO los que más agitan la idea de devaluar fuertemente el peso, algo que disparará la inflación muy por arriba de los niveles actuales donde todos coinciden en aceptar una desaceleración importante. Sobre inseguridad Macri no habló demasiado así que no podemos decir que aquí cosecha puntos. Solo ante la seguridad del triunfo conservador se pueden escuchar frases y declaraciones que en otras épocas hubieran sido más que suficiente para quitar toda posibilidad de triunfo a una fuerza política. En un país donde el tambero recibe menos de $3 por un litro de leche para que a la góndola un sachet aguado hasta lo increíble llegue a $14 y una candidata electa diga suelta de cuerpo “no cuidaremos ni aplicaremos políticas de precios, eso no es lo nuestro” y la gente igual vote a esa fuerza, es inédito. La deuda externa argentina fue el motivo por el cual se impuso desde el exterior la necesidad de vender a precio vil todos los activos del estado, los fondos jubilatorios, cerrar los ferrocarriles y extranjerizar la economía. Y lejos de cancelarla o siquiera disminuirla, esas políticas llevaron a un aumento exponencial de la deuda y finalmente al estallido de la crisis en 2001. La renegociación fue dura y difícil y todavía estamos penando con los buitres que aparecen en cada caso similar, con un final aun abierto. En un país que pasó por eso, que un candidato presidencial diga suelto de cuerpo en un acto público “vamos a endeudarnos lo más que podamos” sabiendo que IGUAL lo van a votar, es solo explicable en un contexto kafkiano. Que uno de sus economistas principales diga que el problema de la Argentina es un fulano desconocido de una provincia del interior que mediante engaños se queda con todo el poder ante el descuido de los cultos ciudadanos del puerto hubiera sido motivo de repudio generalizado poniendo en serias dudas las chances de triunfo. Pero aquí no hace mella. Que otro economista del mismo espacio diga 
ANTES de las elecciones que no hay que aumentar más jubilaciones y sueldos es otra muestra más que tienen al votante agarrado, no digamos de dónde. Que un referente sobre energía, tema del que trataré aparte, diga que YPF puede o no ser estatal, después de la desastrosa gestión privada que vació la empresa y del consenso que tiene la gestión estatal y encima agregue que la soberanía energético no es importante, en un mundo que está viviendo guerras terribles por recursos energéticos, no debilitará para nada las chances del candidato de los globitos, increíblemente. Que todos los referentes económicos hablen abiertamente de políticas de ajuste, de medidas que concentrarán la economía y pondrán en riesgo la industria nacional generando desocupación con aperturas indiscriminadas a las importaciones, un cuadro ya vivido demasiadas veces en el país sabiendo que igual se los votará, habla a las claras de cuanto se perdió en la Argentina. No es novedad. Yo escribí en 1986 un libro titulado “Nacimiento, Desarrollo y Decadencia de la Industria Electrónica en la Argentina” donde analizo exactamente este tipo de medidas económicas y esta filosofía y sus nefastos efectos sobre el país en general y en un área específica de la industria. Así que me resulta fácil reconocer el discurso, las medidas anunciadas y por supuesto, las consecuencias de esta política. La única diferencia es que para aplicarlas en 1976 se necesitó de un golpe de estado y callar o eliminar a las voces que se opusieron. Hoy estas medidas están por ser elegidas alegremente por ciudadanos que están indignados con un gobierno que, dentro de todos sus defectos que no fueron pocos, está entregando un país golpeado, menos agraciado que el de 2007 o 2011, pero manejable dentro de un contexto mundial muy complicado, con niveles aceptables de ocupación, con muy bajo endeudamiento y con margen para que una gestión nueva y distinta pueda corregir y equilibrar. Pero veo, y lo digo con conocimiento de causa, que un conjunto de ideas que fundieron al país una y otra vez y que causaron estragos en todo el mundo (El Malestar en la Globalización – Joseph Stiglitz – Premio Nobel de Economía – Taurus©2002) están por entrar por la puerta grande con los votos de las propias víctimas totalmente impermeables a cualquier debate y confrontación de ideas. Simplemente quieren un cambio. No será para nada lo esperado, pero cambio, lo que se dice cambio, lo tendrán.

LA BATALLA CULTURAL Y UNA LUZ AL FINAL DEL TUNEL

Reflexiones Domingueras 18-10-15

La agenda mundial ha sido durante muchas décadas fijada por Estados Unidos. Esto no se discute. Y por eso también, en particular a partir de 1980, el sentido común pasa por el meridiano de las ideas liberales. Y los grupos de poder económico son las vedettes de todo este proceso. Se buscaba seducirlos, atraerlos, darle todo tipo de ventajas con el objetivo que graciosamente, una vez que llegaran a niveles de opulencia intolerables para ellos, derramaran fortunas escaleras abajo y esa era la estrategia para que la clase media y los pobres progresen. Todavía se vende esta idea.
Más de tres décadas después, la desigualdad en el mundo se ha vuelto pornográfica. Y tal es el desequilibrio que todo el aumento del pbi mundial fue a parar al 1% de la población. La clase media tiene hoy un ingreso igual o inferior al que tenía 30 años atrás. Esto se ha estudiado muy profundamente en los últimos tiempos (ver el reciente Premio Nobel) y es cínico tratar de desmentirlo sin datos duros. Tal es así el deterioro que hoy la propia clase media de los EEUU sufre una de sus más profundas frustraciones. Y se produjo ahí algo que nos es familiar, aquí y en gran parte del mundo. Los poderosos y sus medios han apretado el acelerador atacando cualquier discurso de cambio o de riesgo para sus intereses. Los grupos conservadores y liberales se han extremizado. En nuestro continente se ha dado con mayor o menor descaro. Se ataca a los gobiernos por sus corrupciones, sus personajes de dudosa trayectoria y sus propios goles en contra pero en el fondo lo que les molesta es una política que, mínimamente y de manera incompleta, fuerza la balanza a favor de las clases trabajadoras, los desocupados, los vulnerables. Políticas tibias con las que hasta el Papa comulga. Mal llevado, con contradicciones y con actos indefendibles, pero el continente ha progresado como nunca antes. Pero es falso el interés por la honestidad, transparencia o republicanismo que estos medios exhiben. Nunca les preocupó estas cuestiones si el gobierno de turno bailaba al compás de su ritmo. Negar este comportamiento también es no querer ver algo que está a disposición de cualquier curioso que quiera pispear una tapa de diario de hace 20 o 30 años. 
Y por eso tengo escasas esperanzas de cambios profundos si no se tocan intereses muy poderosos. Actualmente estoy haciendo una investigación del período entre enero de 2002 y septiembre de 2004 cuando la Argentina sostuvo una pelea con el FMI hasta finalmente abandonar toda negociación, unilateralmente. Eso fue un éxito rotundo contra una entidad que se nos vendió imbatible e indispensable. Mal que le pese a un amigo de un amigo, historiador él, que pretende ver ese proceso como una gran derrota argentina frente al establishment, entidad que le provoca sueños húmedos al punto de gozar si nos hacen morder el polvo. En realidad fue un gran triunfo de una estrategia negociadora, torpe y vacilante al principio pero inteligentemente llevada adelante más tarde. Y por eso quiero rescatar detalladamente ese ejemplo y el coraje con que se llevó adelante. El éxito se debió también a las excelentes capacidades argentinas de recuperación, con una industria ociosa que durante largo tiempo se nos hizo creer que era inútil pero ni bien las condiciones cambiaron levantó vuelo nuevamente. Condiciones que Grecia no tuvo y razón por la cual, entre otras flaquezas, no pudo seguir un camino similar y claudicó ante los poderes establecidos, garantizando un futuro paupérrimo para su pueblo por largo tiempo. Otra razón para valorar nuestroa determinación. 
Cuando la mayoría norteamericana comprenda que los que manejaron su país por tanto tiempo no son la solución a sus problemas y más aun, cuando comprendan cabalmente que han sido la causa principal de sus penurias, estos esfuerzos de transformación que con tanto sacrificio se llevan adelante en algunas partes del mundo, empezando por nuestro golpeado continente, se irán haciendo sentido común Entonces estas ideas de mayor equidad y justicia social podrán consolidarse como derechos adquiridos. Los países que ya lo saben, como los escandinavos y varios otros, son los que mejor desempeño global tienen. Y también son la prueba que un nuevo mundo será posible. Pero cuando se dirima la batalla cultural. Solo entonces. 
El camino es largo y no hay muchas esperanzas. Pero las hay. Yo insisto: cuando veo hoy que se perfila con posibilidades concretas en EEUU un candidato independiente que está copando la estructura del Partido Demócrata y que en los años 60 militaba contra la guerra en Vietnam, que en el conflicto nicaragüense de principio de los 80 estaba del lado de los revolucionarios, se opuso a la política de Reagan y viajó a Nicaragua para establecer lazos entre su pueblo, del que era intendente, y un pueblo del país centroamericano, que a mediados de esa década del 80 ya hablaba de matrimonio igualitario y cuestionaba el sistema bipartidario cooptado por las corporaciones, se opuso en los
90 a
la desregulación del sistema financiero que llevó a la crisis del 2008, se opuso a la guerra en Irak en la década pasada y hoy se opone a la intervención en Siria, quiero creer. Y hoy recauda para su campaña con miles de donaciones individuales que promedian los 30 dólares en contraste con los millonarios aportes de grupos de poder que reciben los otros candidatos, todos. Me da cierta esperanza cuando escucho sus proclamas de campaña y son idénticas a las que recitaba en su carrera a la intendencia de Burlington a mediados de los 80. Con este candidato, Bernie Sanders, en gatera, y el surgimiento de su tocayo Jeremy Corbyn en el Reino Unido, quiero tener la esperanza que un mundo mejor está más cerca. No se si lo veré pero creo inevitable que mi hijo lo vivirá. Y entonces siento que mi prédica de décadas puede no haber sido en vano. 
Hoy, de cara a las elecciones del domingo que viene, no tengo enormes entusiasmos. Pero tengo en claro que al menos un candidato, justamente el mimado, lógicamente, por los medios y los grandes grupos económicos, está en la grilla de largada apuntando en el sentido contrario. Y yo voto por un mañana mejor, aunque hoy los intérpretes no sean los ideales. Las corporaciones y los grupos de poder tuvieron su oportunidad y ya vimos a donde nos llevaron, a nosotros y al planeta. Una parte importante del mundo lo está descubriendo también. Me opongo a volver a un pasado del cual, lenta pero paulatinamente, las mayorías están intentando dejar atrás. 
Hoy lo posteo temprano porque quiero ver a Los Pumas. Feliz domingo amigos.

         

HEGEMONIAS

ISIS controla casi el 40% de Irak. A pesar de más de un año de bombardeos por parte de USA y de colaboración con el ejército de Irak, el territorio controlado por ISIS no hizo más que aumentar. La intervención de Rusia en Siria demostró que con voluntad política y militar es fácil hacer retroceder y eventualmente derrotar al Estado Islámico.
El 21 de octubre el Gral Joseph Dunford, Jefe de Estado Mayor Conjunto del Pentágono se reunió con el primer ministro de Irak Haider al-Abadi en Bagdad para decirle que si Irak autoriza a Rusia realizar operaciones militares dentro de Irak, los EEUU van a retirar todo apoyo. Deben elegir entre USA y Rusia. Lo dijo sin ambigüedades. El primer ministro le contestó: "estamos con ustedes". A las 48 horas, el día 23, Irak autorizó a Rusia a bombardear a ISIS dentro de su territorio. Esto es una derrota geopolítica enorme para los EEUU. Para colmo de males, el día 28 Jordania, un aliado histórico de EEUU, se sumó a la alianza de inteligencia acordada entre Rusia, Siria, Iran, Irak y China, con cuartel general en Bagdad. ¿Qué hizo que Irak le de la espalda a USA en tan poco tiempo y a Jordania sumarse a la alianza encabezada por Rusia? Cuando las supuestas fuerzas opositoras a Al Assad se quejaron de los ataques rusos y de la falta de municiones y armas para defenderse, los EEUU le mandaron 50 toneladas de armamento y municiones. Esto se conoció en los medios, no todos, pero fue conocido. Pero los videos filtrados por medios independientes y del propio EI mostraron como ese armamento llegó directamente a las fuerzas del estado islámico, sin intermediarios, no a la supuesta "oposición moderada". EEUU venía perdiendo credibilidad mientras se hacía cada vez menos dudoso que el EI era un producto de la política de USA para la región y que la lucha contra ese terrible estado terrorista no le estaba haciendo ningún daño significativo ni llevada a cabo con convicción alguna. El discurso anti-terrorista le vino como anillo al dedo a Putin para tomar la batuta y hacerlo en serio. ¿EEUU iba a salir a criticar? El ala más conservadora del Partido Republicano, simpatizantes a rabiar de cualquier tipo de guerra, celebraron la intervención rusa (Pat Buchanan, Donald Trump y otros) mientras se lo vio a John McCain, del mismo sector, furioso y pidiendo a gritos que se le entregue al Estado Islámico misiles antiaéreos para derribar aviones rusos. No saben como reaccionar. Mientras se reflotaban videos y fotos de McCain abrazado y a las carcajadas con los líderes del Estado Islámico. "Yo estuve ahí, conozco a esta gente" dijo como si eso fuera suficiente garantía de algo. La pésima política exterior de EEUU comandada por los intereses petroleros y el Pentágono le permitieron a Putin monopolizar el sentido común discursivo sin que EEUU pueda retrucar coherentemente desde el discurso y en el interín, gracias a la fenomenal demostración de poder de fuego ruso, lograr que sus aliados más cercanos opten por las propuestas de Putin en un intento de lograr un mínimo de paz en la región. Esto deja herido gravemente al socio mayor Arabia Saudí, estado terrorista y dictatorial si los hay pero increíblemente perdonado por la prensa occidental a fuerza de petróleo y excelentes negocios. Y Europa que vino apoyando con muy poca crítica las decisiones unilaterales tomadas por Washington, ahora debe lidiar con las consecuencias de esas políticas, la principal de las cuales es la marea de refugiados que se volcaron en masa al viejo continente escapando de la guerra en Siria. Guerra provocada por terroristas llamados eufemísticamente "oposición moderada" por EEUU que al descubrirse el telón del conflicto no son otra cosa que mercenarios pagos por los saudíes, extremistas islámicos, miembros de Al Qaeda y el propio EI, todo en un combo sin diferencias estrictas y compartiendo armamento y millones que alegremente desparrama Washington y Riad en su obstinado intento de derrocar a un líder discutido como Al Assad. De tener éxito solo disponen de alternativas inmensamente peores e impredecibles, exactamente igual a lo ocurrido en Libia una vez asesinado Gaddafi. Con solo hablar un poco sobre hechos innegables, Putín logró hacer caer un castillo de naipes perverso que era la situación de medio oriente. Ya se ha barajado y se está dando de nuevo. Y esta vez las cartas están siendo repartidas de una forma bastante distinta. Sea cual fuera el resultado, lo concreto es que los Estados Unidos han perdido enormemente y el centro de gravedad de los acontecimientos ha cambiado de lugar. La hegemonía tan disfrutada desde la caída del muro se les está discurriendo entre los dedos con menor espectacularidad pero, como veníamos anunciando desde hace años, no por ser superados por un rival más poderoso sino víctima de sus propios excesos y desaciertos.

PERDER MEDIO ORIENTE EN UNA HORA

Siempre es un tema de actualidad. Parece no tener solución. Pero ahora se están produciendo cambios notables. Veamos muy resumidamente: USA intervino en Irak para derrocar a Saddam Hussein. Eso fue relativamente sencillo. Pero lo que vino luego no lo pudo manejar. El costo político de tener un ejército de ocupación, con víctimas norteamericanas pasó factura. Se retiró el ejército y quedó un gobierno débil. Apareció un grupo de islamistas extremistas opuestos al gobierno legal de Irak, con poder de fuego y armamento que tomó el noroeste del país y parte del oeste de Siria, formando el Estado Islámico. Las calamidades, degollamientos, atentados y otras delicias propias de estos extremistas que hoy cuentan con territorio propio consolidado, pozos petroleros y cuantiosos fondos han producido un rechazo generalizado de propios y extraños. Esto generó nuevas alianzas impensables hace un año y pico. USA y sus socios empezaron a intervenir, con la excusa de poner coto al avance del Estado Islámico. Pero USA tiene interés en derrocar al presidente sirio, aliado de Moscú. Entonces, provee de armas y fondos a grupos opositores al régimen que no son otros que extremistas religiosos casi igual de repudiables que los propios de IS, pero que occidente llama cariñosamente “oposición moderada”. Estos grupos rebeldes ni bien reciben un cargamento de armas salen corriendo a vendérselas a los combatientes del Estado Islámico, razón por la cual la mayoría de su armamento es occidental. Derrocar un tirano como Saddam desata el surgimiento del extremismo islámico con final impredecible. Es lo que pasó en Libia al derrocar a Gaddaffi. Aparecieron los opositores uno de cuyos grupos asesinó al embajador de USA.
Las misiones de USA y Francia en nombre de la “coalición” que llevan larguísimos meses no produjeron efecto perceptible en el enemigo tan terrible. Ya muchos se preguntan si la intención es no derrotar a ese enemigo que está acosando al gobierno de Siria que tanto molesta a occidente. Este juego de “el enemigo de mi enemigo” ha producido desastres como el de Afganistán en los 80 apoyando a los talibanes, el fiasco de Irak y la intervención en Libia. La cosa estaba fea fea. Y empezó a circular por todas partes que el propio IS es un producto de USA e Israel. Con todo mal entró en escena Vladimir Putín.

Hablando con un mínimo sentido común, planteó en términos sencillos y con mucho detalle esto que acabo de resumir. Rusia tiene una base naval en Siria y no estaba dispuesta a perder ese bastión sin abrir la boca. Desde hace un mes venía reforzando su presencia en Siria, instalando aviones de todo tipo, defensas antiaéreas, tropas. Y el 30 de septiembre empezó a bombardear, pero en serio, las bases de IS y también la de los grupos opositores al gobierno sirio. Es difícil para occidente ponerse en censor de este comportamiento porque está atacando al enemigo número 1 de occidente. Y también por las metidas de pata diarias que cometen. Pero la movida de Putín no empezó ni terminó ahí. Con una diplomacia acertada, en lugar de desestabilizar a su favor, Putín trató directamente con los gobiernos de cada país interesado, propio o no. Ya había cerrado tratados comerciales, de colaboración nuclear y de defensa con Irán. Por supuesto que tiene alianzas con Siria. Pero incluso propuso una alianza con el gobierno de Irak, que si bien es aliado de USA, ha perdido medio país en manos de los terroristas y la estrategia de USA, que causó ese problema, no puede devolverle las posesiones perdidas, petróleo incluido. Y para alegrar aun más el panorama, Rusia invitó a la fiesta a su amigo grandote, China. El gigante asiático ya tiene apostado en las costas de Siria un portaaviones con cazas listos para debutar en actividades bélicas en occidente. Y para ponerle la frutilla a semejante torta, Rusia propuso un cuartel general desde donde monitorear toda la acción conjunta (Rusia, China, Siria, Iran e Irak) nada menos que en Ministerio de Defensa de Bagdad. En el corazón del país en que USA peleó por una década. Todo esto consolidado en menos de una semana. En el ínterin, Rusia hizo una exhibición de su armamento de punta, sorprendiendo por su contundencia a los IS, acostumbrado a bombardeos aislados de baja intensidad, y a occidente por lo sofisticado y efectivo de su armamento. La casilla del medio cambió de color de la noche a la mañana. Esto recién empieza. Pero la fiesta de occidente fue copada por otra coalición en un lapso brevísimo, para asombro de todos, en particular para Israel, que ve con preocupación lógica como su gran aliado perdió la iniciativa sin siquiera darse cuenta. Vamos a seguir de cerca las novedades. Por ahora la termino aquí.