COMENTARIOS PARA LECTORES OCASIONALES

Inauguré este sitio con 5 artículos que ya tenía escritos, entre 2003 y 2005. Algunos analizaban un momento particluar y pueden sonar desactualizados, pero en la mayoría de los casos son hechos cuyos efectos perduran.
A partir de ahí voy subiendo mis comentarios que considero más interesantes para el público interesado en temas políticos. En general tratan temas de política internacional, de Argentina y Latinoamérica. Muy rara vez escribo sobre la política local de mi provincia, Tucumán.
Espero que disfruten del blog.

lunes, 11 de marzo de 2013

RUMBOS - Sobre la muerte de Chávez

Semana movidita si las hubo. Las conclusiones y los análisis están por todas partes, no quiero redundar en eso. Pero sí me gustaría mencionar algo que percibo desde la distancia, desde una altura tal que podamos abarcar nuestro querido continente y alrededores. La caída del muro de Berlín se celebró anticipada y erróneamente como el triunfo de las ideas individualistas y liberales sobre los conceptos integradores y socialistas, mal sintetizados por la guerra fría entre USA y la URSS. Digo mal sintetizadas porque esa guerra la protagonizaron dos superpotencias y sus cuitas poco y nada reflejaban las peripecias y necesidades de un sinnúmero de países "de a pie", más chicos, menos militarizados, menos desarrollados. Fukuyama proclamaba el fin de las ideas que no era otra cosa que decir, "dejen de pensar, mis ideas prevalecieron." En la práctica eso se tradujo en un "Consenso de Washington" que su propio nombre es una contradicción en sí misma, sabiendo que un país como Argentina, en Washington, no puede consensuar demasiado que digamos.
A caballo de eso se montaron los UCD y los más impresentables del peronismo para liquidar un país, que a los tropezones pero aceptablemente, había contenido a su sociedad hasta la llegada de la última dictadura con su circo de asesinos físicos, sociales y económicos que lisiaron de gravedad cualquier equilibrio logrado tras generaciones de esfuerzo.
Como eran de esperar, los experimentos económicos, que no se aplicaron en ningún "país serio del mundo" terminaron devastando desde los vulnerables como Jamaica y Argentina, hasta sólidas economías como Corea del Sur y Brasil, Rusia incluida.
¿Cómo se salió de eso? Con política, con ideas, con sensibilidad y participación social. Las ideas no murieron, fueron anestesiadas para que la anti-política hiciera de las suyas. Hoy los grupos económicos son mucho más poderosos e influyentes que en la década del 70 y la gente, salvo puntuales excepciones, vive peor o con más dificultad que entonces.
Ver un continente movilizado, dolido, hermanado e intercambiando palabras de comprensión y aliento no puede ser mejor síntoma de los tiempos que corren. Estamos llenos de política, de ideas, de integración. Recuperamos el concepto de "tejido social". Yo no me salvo, o mi salvación no tendrá intensidad y sentido si mi prójimo se pierde en el camino. Es un "tejido", un entramado social donde el peor de los mensajes es una filosofía de "sálvese quien pueda" o la darwinniana de "sobrevive el más apto". Las oposiciones en general no comprendieron el cambio de época, dedicadas a denostar a los gobernantes están asombrosamente carentes de ideas, cuando es eso lo que se está demandando de ellas. Algún idea "nuestra", algo superador, algo acorde al siglo XXI. Importar experiencias de otros países, mejor fundados, con pasados más consistentes o con otro grado de desarrollo, con otras idiosincrasias no sirvieron y el votante ya sospecha de eso. El gran ejemplo Chile no pudo sacudirse de 17 años pinochetistas que los tiene todavía sin que logren diagnosticar sus males. Los grandes centros de opinión los tienen como ejemplo pero deben convivir con un obrero minero ganando 70 u 80 veces lo que gana un jubilado, empleos precarios y una educación solo accesible a los que pueden pagar. El otro ejemplo de liberalismo que sobrevive en el continente es Colombia, donde la izquierda se estigmatiza con una guerrilla tan absurda como demodé que cree que plantarse 50 años en la selva es sinónimo de movimiento o evolución social, con armas y todo. Patético, contraproducente y totalmente innecesario. Un ejemplo de lo que digo es el didáctico almuerzo con Mirtha que reapareció por los medios y que compartieron Chávez y Macri, allá por 2003. La mayor esperanza de la diestra vernácula hablando un rosario de lugares comunes sobre mirar al futuro, hacer las cosas bien y otras profundidades conceptuales mientras nuestro desaparecido bolivariano le daba una lección de contextualización histórica y de pertenencia imprescindible para cualquier proyecto político.
O el decadente análisis de Lilita que trata de convencernos que la masiva despedida a Néstor Kirchner era una puesta en escena, una obra de teatro. La bronceada candidata crónica no tiene idea de lo que pasa en la calle, o subestima al destinatario de sus locuras. Ambas posibilidades explican su desaparición política, a pesar de su permanencia mediática.
Podemos no coincidir en las ideas, en los personajes, en los métodos, pero el pueblo latinoamericano despertó de un letargo demasiado largo, hoy está de pie defendiendo lo logrado, y si a alguien no le gusta, tendrá que presentarse con algo superador, algo que lo convenza que lo ofrecido es mejor que el muy imperfecto presente que se tiene, y eso requiere pensar, elaborar y presentar IDEAS, conceptos, discursos. En una palabra, hacer POLITICA, nuevamente, como nunca se debió dejar de hacer. Desde Pericles hasta Obama, donde hay o hubo una democracia, al soberano hay que convencerlo, más aun cuando está despierto y atento.
Dije muchas veces, me felicito vivir en este continente, tan hermoso, tan injusto y tan golpeado, que tenemos mucho por hacer y es fácil y emocionante sentirse protagonista de estos cambios. Y al ser un continente inmensamente rico, los cambios se perciben rápido, no se pueden disimular o negar. Argentina era un país integrado y por ahí muchos pueden negar algún progreso, pero visitar Bolivia hoy y es un país completamente distinto a la Bolivia de los 90, por no ir demasiado atrás.
Debemos asumir nuestro rol de mandantes, se nos murió un mandatario, pero si conocemos el rumbo, no le podemos errar, somos los protagonistas, los que escribimos nuestra historia.
En estos días ejemplares, de tanto simbolismo y tanta significación, mi más emocionado saludo a los hermanos latinoamericanos.